Un diabólico cóctel está empujando a la universidad pública española a convertirse en una de las más elitistas de su entorno. El importe medio por alumno de las becas ha caído a niveles de hace 10 años, mientras la subida de las matrículas ha situado a España en el cuarto puesto de los países europeos donde sale más caro estudiar. Solo por detrás del Reino Unido, Irlanda y Holanda.

Este pesimista diagnóstico figura en el informe ‘La universidad española en cifras (2014-2015)’ elaborado por CRUE Universidades Españolas que ha sido presentado este jueves en la Biblioteca Nacional de Madrid. Un acto durante el cual el presidente de los rectores, Segundo Píriz, no ha eludido responsabilizar al Gobierno de una política que dinamita la "igualdad de oportunidades".

DIFERENCIAS ABISMALES ENTRE AUTONOMÍAS

El documento destaca que varios países nórdicos, e incluso Grecia, continúan apostando por la matriculación gratuita y otros, como Francia (189 euros) y Alemania (200 euros), aplican precios mínimos. La media española está en cambio, en los 1.100 euros y la de Catalunya casi el doble, 2.011. Como ya se destacaba en el informe presentado el año pasado, la decisión del Ministerio de Educación de ordenar en el 2012 la subida de las tasas dejando libertad a las autonomías para que las aplicaran dentro de una horquilla ha convertido en abismales las diferencias territoriales.

En Andalucía (757 euros), por ejemplo, es tres veces más baratomatricularse que en Cataluña. Esta última comunidad lidera también el 'ranking' de las autonomías donde la matrícula representa un mayor esfuerzo respecto a la renta media familiar con un 7,5%. Más del doble que el País Vasco, con un 3,4%. En otras comunidades de renta baja, como Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha, el esfuerzo es también muy alto, por encima del 5%.

PRECARIZACIÓN DE LOS BECARIOS

La cuantía de media por alumno de las becas se sitúa en 2.637 euros, un 20% por debajo de los 3.256 euros del curso 2012-2013, antes de que entrara en vigor el nuevo modelo de ayudas establecido por el exministro de Educación José Ignacio Wert. Hay que retrotraerse 10 años, al curso 2006-2007, para encontrar una cifra parecida, 2.631 euros.

La consecuencia de esta caída del importe ha sido, según el informe, la"precarización" de los becados. Si en el 2008 el 92% de los becarios percibía algún tipo de ayuda y solo un 8% se beneficiaba en exclusiva de la exención de matrícula, en el 2015 el porcentaje de quienes solo podían disfrutar de la gratuidad de las tasas (sin ningún tipo de ayuda) era ya del 28%."Hemos pasado de la beca-salario de 3.500 euros a la que además se accedía con un 5 a un componente fijo de 1.500 euros", ha destacado Píriz.

La caída de las ayudas se explica en buena parte por la caída de la subvención pública. "Hemos pasado de cerca de 1.118 millones de euros a 814 millones", señala el informe que también destaca que este importe representa tan solo el 0,11% del PIB, muy por detrás del 31% de la OCDE. Las unversidades se apuntan el tanto de haber podido destinar 132 millones de euros de sus recortados presupuestos a contrarrestar la caída de la inversión pública en becas.

AUMENTO DE BECARIOS

Lo que sí hay es un aumento del número de becados del 27%,pero ello es debido a los efectos negativos de la crisis, porque más candidatos a las ayudas cumplen los requisitos de renta para acceder a ellas.

El informe defiende que no es cierto que haya demasiados universitarios en España -la tasa de acceso a los estudios de grado es del 46% frente al 56% de media de la UE y al 57% de la OCDE- y sostiene también que, en contra de lo que se suele pensar, no hay un exceso de universidades. Son 82, "un número acorde con el tamaño de la población si se compara con el resto de países avanzados.

Entre el 2010 y el 2014 las universidades públicas han perdido a 7.500 profesionales (3.486 profesores e investigadores) fruto de la no reposición de quienes se jubilaban. Una política que se ha frenado, pero que ha dejado a los campus cortos de personal y con una plantilla muy envejecida y con pocos medios. Pues el gasto público universitario ha menguado en ese lustro un 14% (1.360 millones).