El decreto que aprobará hoy el Consejo de Ministros para reformar el mercado laboral marcará el verdadero punto de inflexión en aras de conocer si pasará o no su preceptiva aprobación en el Congreso, prevista para este martes. Todos los grupos de la oposición --excepto IU, ICV y el BNG, que han avanzado su rechazo-- optaron ayer por no dar pistas sobre el sentido de su voto alegando que a la propuesta que han estado negociando con el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, y con el portavoz del grupo socialista en la Cámara baja, José Antonio Alonso le falta "concreción" y "definición". Una forma elegante de decir que no la consideran válida, ya que esperan novedades en el texto que se conocerá esta tarde.

El más claro fue el líder de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, que, pese a ser el socio preferente del PSOE para acordar el documento, reconoció que si se votase hoy, lo haría en contra. "Hay puntos en los que estamos de acuerdo y otros en los que no. Ya habrá tiempo de negociar cambios", dijo.

El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, explicó que el propio Corbacho le había dicho que no se tomara al pie de la letra la propuesta, ya que esta iba a cambiar "sustancialmente". Una afirmación que Alonso y el portavoz de ERC, Joan Ridao, contradijeron. El socialista aseguró que el texto con el que se está trabajando "marca las líneas maestras" de la reforma. Y el republicano añadió que el ministro de Trabajo le había prometido que no se producirá ningún "giro copernicano". En lo que todos coincidieron es en augurar cambios en el decreto, a los que seguirán los que se añadan en forma de enmiendas durante su tramitación como proyecto de ley.

Como explicó Ridao, el único que hasta ahora ha mostrado una propuesta concreta para negociar con el Ejecutivo, el quid de la cuestión reside en "objetivar" las "razones" por las que las empresas podrán abaratar el coste del despido o descolgarse del cumplimiento de los convenios colectivos. El líder de ERC planteó que ello solo pueda suceder si se demuestra la"inviabilidad" de un proyecto empresarial.

RONDA SINDICAL Los líderes sindicales, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, también estuvieron en el Congreso, tras confirmar que la huelga general se convocará el 29 de septiembre, para iniciar con CiU una ronda de contactos con los grupos. Para ambos, el Gobierno "ha estimulado el apetito de la patronal" con una reforma que "no ayuda a crear empleo, aumenta la temporalidad en la contratación, limita la negociación colectiva y abarata el despido". Zapatero, por su parte, se reunió tres horas con una delegación del grupo llamado 100 economistas, que propugnan una reforma laboral más dura.