Estados Unidos perdió en junio 467.000 puestos de trabajo, lo que elevó una décima el índice de desempleo, al 9,5 por ciento, el más alto en más de un cuarto de siglo, informó hoy el Gobierno.

El dato "muestra la gravedad del problema económico que este Gobierno ha heredado, e ilustra las necesidades urgentes de las familias trabajadoras", dijo la secretaria de Trabajo, Hilda Solís.

Recordó que en el comienzo del mandato del presidente Barack Obama, en enero, "la economía perdía empleos a un ritmo de 700.000 por mes".

"A medida que las políticas del gobierno echan raíces hay señales de que la economía está recuperando su vigor", dijo Solís, al señalar que "la confianza de los consumidores está aumentando y se estabilizan los mercados financieros y de la vivienda".

El ritmo de pérdida de puestos de trabajo había disminuido cada mes desde enero, cuando alcanzó un tope de 741.000. Después de una reducción de 322.000 empleos en mayo la mayoría de los analistas esperaba otros 350.000 en junio.

El Gobierno y los analistas del sector privado auguran que el índice de desempleo siga aumentando el resto del año, a medida que se va desvaneciendo el impacto del estímulo económico de 787.000 millones de dólares administrado desde febrero por las autoridades.

Otro informe del Departamento de Trabajo mostró que la semana pasada disminuyó en 16.000 la cifra de solicitudes de subsidio por desempleo, que quedó en 614.000, muy cerca de lo esperado por los analistas.

En la semana que concluyó el 20 de junio hubo una disminución de 53.000 personas en el número de beneficiarios del subsidio y sumaban 6,7 millones.

En el promedio de cuatro semanas, que es un indicador menos volátil, la cifra de personas amparadas por el seguro de desempleo bajó en 13.750 y quedó en 6,75 millones.

La cifra semanal de solicitudes del subsidio por desempleo constata el ritmo de pérdida de empleos, y la de personas que permanecen en el programa indica las dificultades que encuentran para hallar un trabajo nuevo.

El Departamento de Trabajo también informó de que los pedidos de bienes a las fábricas de Estados Unidos aumentaron un 1,2 por ciento en mayo como resultado de un incremento sustancial en los encargos de equipos de transporte.

Diversos indicadores sugieren que la recesión económica de EEUU que se inició en diciembre de 2007 ha tocado fondo y puede haber comenzado una reactivación en diversos sectores, pero los analistas consideran que durante un período será una recuperación sin impacto mayor en el empleo.

Ello se debe, en parte, al gigantesco gasto del Gobierno en apoyo al sistema financiero, la industria del automóvil y el sector inmobiliario, que por ahora ha evitado un colapso mayor pero no contribuye a la creación de empleos.

Desde que comenzó la recesión, la mayor economía del mundo ha perdido más de 6,5 millones de puestos de trabajo, la mayor cifra desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945.