Planificación. Eso es lo que envidia la industria española, agrupada en el Foro Nuclear, de la decisión en Alemania. "En España, que se queda sola ahora en Europa, hemos de dar signos claros a los inversores de que queremos nucleares", afirmó la presidenta, María Teresa Domínguez, quien defiende "los criterios económicos sobre los ideológicos".

El foro defiende las energías verdes, pero preservando el peso de la atómica (en torno al 20%). Eso supone tres nuevas centrales y una inversión de 12.000 millones de euros hasta el 2030. Pero no todos los analistas y eléctricas lo ven así. "Bastaría con prolongar la vida de las nucleares existentes a la vez que se fomentan las renovables", dicen. Aquí se incluye Garoña (Burgos), la más antigua de las ocho en funcionamiento, que el Gobierno prevé cerrar en el 2013.

Según datos del sector, cada kilovatio (KW) cuesta 42,42 euros de producir; con gas, 66,46; con viento, 66,96; con carbón, 71,10; mientras que la solar llega a 259,84 hasta el 2014. Pero los expertos también discrepan sobre los costes, ya que la nuclear tiene unas "externalidades" que corren a cargo de los usuarios. Al otro lado están las primas a las renovables, que en el 2009 rozaron los 6.000 millones de euros, pero evitaron polución y redujeron la dependencia exterior.