El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, anunció ayer que el Gobierno está culminando una negociación para lograr que todos los aparatos de televisión que se vendan a partir del verano lleven incorporado un decodificador para recibir la televisión digital terrestre (TDT). La idea, dijo gráficamente, es que "ya no tengamos que hablar de más cachivaches en el comedor", lo cual "será un avance muy importante".

Clos rechazó de plano retrasar el apagón analógico, previsto para el 2010, y negó que, como defienden algunos sectores, dicho retraso no tenga coste. "No podemos evitar ni obviar" el apagón, dijo Clos, "porque la demanda del espectro es tan grande que la única forma que tenemos de producir más es comprimir las bandas para que quepan más cosas". "Hay que tener claro que esto es inevitable", dijo, y "cuanto mejor y más rápido" se haga el esfuerzo será más positivo.

DEPENDENCIA Incidió en que hay proyectos que dependen de la difusión de la TDT y del apagón analógico, como la tele de alta definición y por teléfono móvil. Y respecto a la subida de las tarifas de establecimiento de llamada de las tres grandes compañías de telefonía móvil, el ministro recordó que "el consumidor tiene alternativas", que pasan por "cambiar de operador"

"Nos interesa mucho favorecer que estas normas de libertad de mercado sean eficaces. Que la gente tenga fácil el cambiar de operador, que las compañías no le enreden, ni le entretengan ni le retrasen en este proceso, y las denuncias que se están planteando se atienden todas ellas", advirtió Clos.

La Comisión del Mercado de Telecomunicaciones "está haciendo el análisis" sobre la subida que se produjo por igual el 1 de marzo pasado. Sin embargo, matizó que es algo "muy complejo", porque "hay que probar la concertación y el efecto pernicioso de la eventual conjunción de los operadores".