El coto al sector fotovoltaico no se basará solo en la inminente reducción de las primas que lo incentivan. El Ministerio de Industria va a perseguir a las plantas que están cobrando de más de manera fraudulenta desde hace casi dos años. El sector calcula que estas instalaciones acumulan una potencia instalada de entre 800 y 1.000 megavatios (Mw), el 15% del total y el 25% de las que cobran la subvención más alta, según apuntaron ayer fuentes del departamento que dirige Miguel Sebastián.

El problema se viene arrastrando desde septiembre del 2008, cuando las primas se redujeron de forma sustancial para las nuevas instalaciones (de 465 a 320 euros por megavatio a la hora producido).

Denuncias particulares y una primera investigación de la Comisión Nacional de la Energía dejaron entrever desde muy temprano que muchas plantas no tenían instalados los paneles comprometidos ni los equipos necesarios para el funcionamiento de la central. Es decir, que llevan desde entonces cobrando más de lo que deben.