La inflación volvió a bajar en octubre por tercer mes consecutivo y se situó en el 2,6%, según el indicador adelantado del índice de precios de consumo armonizado (IPCA) que ayer difundió el Instituto Nacional de Estadística (INE). De confirmarse definitivamente el dato el próximo 15 de noviembre, la tasa del 2,6% se convertirá en el nivel más bajo desde marzo del 2004 y, sobre todo, será el reflejo de un descenso rotundo de la tasa anual de inflación, que en julio era del 4%.

Este recorte de 1,4 puntos en tres meses se puede convertir, de golpe, en un ahorro para el Estado de casi 2.000 millones de euros en pensiones. Si el dato del 2,6% se confirma y la inflación se mantiene en estos niveles en noviembre, el Estado tendrá que compensar a los pensionistas por la desviación de la inflación con respecto a la subida inicial del 2%. Es decir, tendría que dar una paga a los pensionistas para compensar la desviación de esas seis décimas. En total, unos 840 millones de euros (se calcula que cada décima de desviación de la inflación tiene un sobrecoste en pensiones de 140 millones de euros), mucho menos que los más de 2.800 millones que hubiera costado compensar por una inflación del 4%, como la registrada en julio. Los pensionistas, sin embargo, habrán soportado una inflación media a lo largo del año del 3,7%, pues enero arrancó con una tasa del 4,2% y el IPC se ha mantenido en el entorno del 4% hasta agosto.

COTIZACION DEL PETROLEO El descenso de la cotización internacional del petróleo y su repercusión en los precios de los carburantes explican la espectacular evolución de la inflación en los tres últimos meses. En dos meses, la gasolina sin plomo ha bajado en España el 15% y el gasóleo el 9%.

A finales de octubre, el petróleo Brent llegó a caer por debajo de los 60 dólares, un 23,70% menos que en julio, por la expectativa de un menor crecimiento económico en China.