Un informe encargado por la ONU propone gravar con un impuesto global los billetes aéreos como parte de un plan destinado a recaudar más de 68.000 millones de euros al año para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse al cambio climático y reducir sus emisiones de CO2.

El impuesto, que encarecería inicialmente en una media de casi 5,7 euros el precio de un billete, se aplicaría a todos los vuelos internacionales, informa hoy el diario británico The Times, que ha tenido acceso al informe, elaborado por un grupo asesor de alto nivel nombrado por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon.

Según ese grupo, presidido por los primeros ministros de Noruega y Etiopía, y del que forma parte también Nicholas Stern, autor de un informe sobre la economía del cambio climático, los viajes aéreos podrían ser una fuente importante de financiación porque por lo general están poco gravados y son una de las fuentes de los gases de efecto invernadero de más rápido crecimiento.

Un impuesto a la aviación permitiría recaudar 6.800 millones al año, la mitad para el país donde se aplicase y la otra mitad para el nuevo fondo contra el cambio climático, dice el informe.

DIVERSAS FUENTES DE FINANCIACIÓN

Los vuelos dentro de la UE podrían quedar excluidos del mismo porque de todos modos tendrán que pagar por sus emisiones de CO2 a partir de 2013 de acuerdo con el nuevo mecanismo europeo de canje de emisiones.

El informe encargado por la ONU propone diversas fuentes de financiación, incluidos los impuestos a la navegación, a las transacciones financieras globales y la dedicación de parte de los beneficios obtenidos de la extracción de los combustibles fósiles.