El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra decidió ayer, por primera vez desde agosto del 2005, bajar el precio del dinero. La rebaja se ha limitado a un cuarto de punto, por lo que los tipos de interés de este país han pasado de la cota del 5,75%, que se mantenía desde hace dos años, al 5,50%. La nota, emitida por el instituto emisor británico, reconoce que hay signos de que el ritmo de la producción ha comenzado a ralentizarse en ese país.

El banco no ignora que el alto precio de los combustibles y de los alimentos pueden seguir afectando a la inflación (2,1% en octubre) aunque confía en que la ralentización de la demanda "sirva de alivio y contribuya a situar el IPC en el objetivo fijado a medio plazo" (2%).