Los ingresos de las comunidades autónomas por su participación en los tributos del Estado crecieron el 14,8% en el 2004, frente al aumento del 4,5% que experimentaron los del Estado.

Según el Informe de Recaudación Anual del 2004 que ayer difundió la Agencia Estatal Tributaria, las autonomías ingresaron 39.179 millones por su participación en IRPF, IVA e impuestos especiales. Las corporaciones locales ingresaron 1.278 millones de estos mismos tributos. El Estado, a su vez, ingresó 100.397 millones del sistema fiscal (incluido el impuesto sobre sociedades).

Así, de los 140.854 millones recaudados por la Agencia Tributaria en el 2004, el 71,27% fue para el Estado; el 27,8%, para las autonomías (que completan su financiación con transferencias del Estado) y el 0,9%, para ayuntamientos y diputaciones.

NUEVA FINANCIACION La participación de las CCAA en los ingresos tributarios creció el triple que la del Estado y ello fue debido --según la Agencia Tributaria-- a que en el 2004 se produjo la primera liquidación definitiva calculada con el nuevo sistema de financiación. Además, en el 2004, las corporaciones locales participaron por primera vez en los ingresos estatales.

Mientras que los ingresos por IRPF de las autonomías (el 42,6% del total) crecieron el 22,4%, los del Estado cayeron el 7,4%. La participación autonómica en el IVA subió el 11,1% mientras que la del Estado sólo avanzó el 7,3%. La de los impuestos especiales creció el 7,2% para las autonomías y bajó el 0,4% para el Estado. Este, por su parte, retuvo la totalidad del impuesto sobre sociedades que, además, anotó un fuerte crecimiento, del 18,7%.

Por autonomías, la recaudación en Madrid (el 44,4% del total) creció el 7,4% sobre el año anterior. La mayor progresión correspondió a Murcia, cuya recaudación creció casi el 20%. La de Canarias retrocedió el 0,6%.

La recaudación total por impuestos en el 2004 (140.854 millones) creció el 8,2% sobre el 2003, por encima del aumento del producto interior bruto (PIB) nominal, que avanzó el 7,2%.

La participación de los ingresos tributarios totales en el producto interior bruto subió una décima, de modo que la presión fiscal alcanzó el 17,6% del PIB. En el 2004 aún se dejaron sentir los efectos de la reforma del IRPF del PP. Su impacto sobre la cuota diferencial neta del IRPF ingresada en el 2004 se estima en una merma de 600 millones, a los que habría que añadir otros 500 millones adelantados en el 2003 en la devolución anticipada a madres trabajadoras.