La población inmigrante en España, que se ha cuadruplicado desde el 2000, ha aportado la mitad del crecimiento económico de los cinco últimos años y la mitad del superávit de las cuentas públicas, según un estudio de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno.

El director de la oficina, y próximo candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid, Miguel Sebastián, presentó ayer las principales conclusiones de este informe que, como principal novedad, hace una estimación del "saldo fiscal" de la inmigración. Los inmigrantes aportan 23.402 millones de euros a la recaudación de las administraciones públicas. Esta cantidad representa el 6,6% del total, un porcentaje algo inferior al peso de la inmigración en la población (8%). La aportación se concentra sobre todo en las cotizaciones sociales y laborales y en el IVA. Los inmigrantes reciben 18.618 millones del gasto público (el 5,4% del total). Las mayores partidas corresponden a Sanidad y Educación.

EQUIVALENCIA De la diferencia de estas cifras, se llega a a la conclusión de que los inmigrantes aportan 4.784 millones más de lo que reciben, con datos del 2005. Esta cantidad equivale al 0,5% del producto interior bruto (PIB) y a la mitad del superávit de las administraciones públicas que se registró en el 2005.

"En la actualidad, los inmigrantes están contribuyendo favorablemente al superávit público, frente a la idea errónea de que reciben más de lo que aportan", destacó Sebastián. "La realidad es muy distinta de lo que muchos creen", añadió, en alusión a las opiniones xenófobas que reprochan a este colectivo su intenso aprovechamiento del sistema de ayudas públicas.

Según Sebastián, la aportación positiva de los inmigrantes al superávit seguirá aumentando, aproximadamente, hasta el 2012, y a partir de entonces empezará a disminuir, cuando estos empiecen a jubilarse y a ejercer su derecho a pensión.

El informe de La Moncloa llega a la conclusión de que la inmigración ha aportado la mitad del crecimiento económico de los cinco últimos años (un tercio del de la última década). Entre el 2001 y el 2005, la economía ha crecido a un promedio del 3,1% y la inmigración ha aportado 1,6 puntos a esta tasa (la mitad). El 50% del empleo creado en los cinco últimos años en España ha sido para inmigrantes, que cobran en torno a un 30% menos que los trabajadores "nativos".

También demuestra que la inmigración también ha contribuido a aumentar la renta per cápita media española. Según Sebastián, en cinco años la inmigración ha añadido 623 euros a la renta media de cada español, lo que permitirá que, "al final de esta legislatura o a principios de la próxima", la renta per cápita española alcance el 100% de la media de la UE-25.

Otro de los efectos positivos es que la tasa de empleo femenino ha crecido 12 puntos en 10 años, hasta el 51,2% de las que están en edad de trabajar en el 2005. El 30% de esta mayor participación en el mercado está ligada a la inmigración y al abaratamiento del servicio doméstico.