Un coche espectacular y nuevo por 4.000 euros. El acceso a un premio multimillonario previo pago de una cantidad menor. Una oferta de trabajo que promete dinero fácil o un artículo que se vende en una subasta por un precio irrisorio. Internet puede ser el reino del chollo, pero los intentos de fraude también encuentran un campo abonado acogiéndose al anonimato y a la gran difusión que ofrece la red. El Instituto Nacional de Consumo se ha propuesto recordarlo este mes publicando en su web (www.consumo-inc.es) una lista de consejos para internautas para intentar evitar que los viejos timos se reactiven en la red.

"Los intentos de fraude por internet en España se multiplicaron por ocho durante los seis primeros meses del 2008 en relación con el mismo periodo del 2007", afirmó ayer la directora general de Consumo, Etelvina Andreu. El 75% son correos electrónicos fraudulentos (phishing ) que intentan suplantar a una entidad bancaria y que piden datos confidenciales referidos a las cuentas del usuario, algunos especialmente sofisticados que remiten a páginas web falsificadas. Todas las entidades bancarias han alertado sobre estas prácticas y recuerdan que son procedimientos que nunca utilizan, y que en caso de duda el cliente puede llamar para comprobarlo.

Pero hay más, y en la mayoría de ocasiones ni siquiera supone un despliegue tecnológico. El recurso es ganarse la confianza del internauta. Andreu puso ayer como ejemplo el carphishing , las superofertas sobre automóviles de lujo que aparecen en páginas de compraventa de automóviles perfectamente legales pero en las que el vendedor requiere que el pago se realice por un sistema de remesas internacionales, que no permite obtener una factura y que elude la legislación sobre blanqueo de capitales. La operación no permite obtener una factura del pago realizado ni reclamar cuando el coche, finalmente, nunca se recibe.

Otro intento de timo frecuente es el relacionado con premios de loterías. Un correo alerta de un premio obtenido pero exige el pago de una tasa administrativa para poderlo cobrar. O el de ofertas de empleo tentadoras que requieren pagos o el más habitual de las cartas nigerianas , individuos que explican historias sobre secuestros, detenciones y penurias pero que son inmensamente ricos y que están dispuestos a compartir su fortuna con el internauta si este le avanza una pequeña cantidad de dinero.

RECOMENDACIONES En los portales de subastas por internet, los estafadores ponen a la venta un artículo a un precio barato. Cuando el consumidor gana la subasta, el vendedor le propone el pago por empresas de envío de remesas de dinero.

El remedio, según Consumo es aplicar el sentido común y "no facilitar indiscriminadamente la dirección de correo electrónico", "desconfiar de las ofertas demasiado buenas", "no atender a correos en idiomas que no hable", "no atienda a sorteos u ofertas económicas de forma impulsiva" y no se crea que ha ganado premios en sorteos en los que no ha participado.