Los temores por el estado de las finanzas públicas españolas se tradujeron ayer en un nuevo récord para la deuda con la que el Tesoro se financia. Las obligaciones a 10 años llegaron a un diferencial de 222 puntos básicos con respecto al bono alemán (la referencia en Europa), hasta el 4,90%. La diferencia con respecto al bono alemán supone un récord que no se alcanzaba desde mediados de los años 90 y el interés está al nivel de hace dos años. En el Ministerio de Economía achacan la mitad de esta brecha a la caída de la rentabilidad del bono alemán provocada por su mayor atractivo para los inversores. Todo ello supone que un activo de deuda soberana se pagaba ayer el 83% más que uno alemán (2,68%). Esta situación de presión de los mercados, forzó al Tesoro retribuir las letras a un año a un tipo marginal del 2,45%.