No es políticamente correcto decirlo, pero la tributación por módulos del IRPF ha sido una mayúscula válvula de escape para el fraude. Nació por la voluntad del Gobierno socialista de Felipe González de frenar esa práctica tan española que consiste en esquivar la tributación. Fue eficaz para su primer cometido, pero se desfasó con rapidez.

Al PP de José María Aznar, que se jactó de aflorar tanta economía sumergida, no le preocupó. Y ahora toca desmontar el invento.

*Periodista.