El euro experimentó ayer su mayor descenso, después de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunciara que la inversión en activos estadounidenses en noviembre alcanzó los 87.600 millones de dólares (11,7 billones de pesetas), más del triple del nivel alcanzado en octubre. La divisa europea descendió hasta los 1,2493 dólares, según el cambio oficial del Banco Central Europeo (BCE), aunque en los mercados cayó hasta los 1,2406 dólares. Las bolsas continentales se movieron al alza.

La evolución alcista del dólar cabe atribuirla también a la mejora del índice de confianza de la Universidad de Michigan, que experimentó el mayor impulso en una década. Llega, además, después de que algunos dirigentes del BCE hayan mencionado la posibilidad de intervenir en los mercados para frenar el ascenso de la divisa europea.

"Los inversores extranjeros han renovado su confianza en los activos estadounidenses", comentó Michael Woolfolk, especialista en divisas del Bank of New York. Estados Unidos depende de las compras de bonos norteamericanos por parte de extranjeros para enjugar el déficit presupuestario, que según la Administración alcanza los 475.000 millones de dólares (79 billones de pesetas).

Ayer, el economista jefe del BCE y miembro de su consejo de gobierno, Otmar Issing, se mostró preocupado por la subida del euro. "No somos indiferentes. Estamos preocupados por la fortaleza del euro", dijo.