La respuesta de los mercados financieros a una nueva emisión de deuda pública de Grecia desbordó las previsiones del Gobierno, que colocó 1.564 millones en bonos. Los inversores formalizaron peticiones por más de 8.500 millones frente a la previsión inicial del Ejecutivo de una emisión de 1.200 millones. El interés de los bonos a seis meses y a un año adjudicados ayer osciló entre el 4,55% y el 4,85% anual, tres veces superior a lo que pagaba en enero, pero por debajo del 5% ofrecido por la UE para los créditos de emergencia por 30.000 millones para reducir su déficit.

El ministro de Finanzas, Giorgos Papaconstantinu, declaró en el Parlamento que Grecia seguirá "solicitando créditos en el mercado, sin obstáculos, como hasta ahora" y añadió que su Gobierno "no ha pedido activar el mecanismo europeo de ayuda, pese a que está disponible".