La participación de los inversores extranjeros en las empresas cotizadas españolas superó el 43% en el primer semestre del año, un porcentaje que, de mantenerse a final del ejercicio, representaría un máximo histórico anual. Esta presencia se pone de manifiesto en su alta participación en la negociación de acciones, cercana al 75%, y como propietarios en el mercado de deuda pública, donde su presencia roza el 45%.

El porcentaje registrado en el primer semestre del año es más de 12 puntos superior al registrado en 1992 y muestra el grado de apertura al exterior del mercado bursátil español y de sus empresas, según los registros de Bolsas y Mercados Españoles (BME), que revelan que tras la crisis de la deuda soberana del 2011 y 2012 los inversores extranjeros han mantenido su confianza en la bolsa española.

Hace cuatro años la participación de inversores extranjeros en las empresas cotizadas en la Unión Europea se situaba en el 38%.