Tarde o temprano tenía que llegar, y ayer fue el día elegido por los inversores para recoger beneficios y aprovechar los tres máximos anuales consecutivos de las jornadas anteriores. El principal indicador de la bolsa española, el Ibex 35, perdió el 0,45%, hasta las 11.376,40 unidades. Fue un guión seguido en el resto de principales plazas europeas: con el euro a 1,423 dólares, París cayó el 0,33%; Londres, el 0,53%; y Fráncfort, el 0,63%. Milán, sin embargo, repuntó el 0,36%.

Los mercados europeos iniciaron la sesión con descensos, incluido el español, que prefería optar por las ventas después de que el selectivo lograra alcanzar el nivel previo a la fallida de Lehman Brothers (septiembre del 2008) y recuperar la mitad de lo perdido desde el máximo histórico de noviembre del 2007.

Ni siquiera la confianza empresarial alemana, que subió en agosto por quinto mes consecutivo por encima de las previsiones, lograba avivar el ánimo inversor. No ayudó la apertura a la baja de Wall Street, donde también se optó por recoger beneficios y que acabó de apuntillar los números rojos en Europa. El parquet neoyorquino no reaccionó a la noticia de que los pedidos de bienes duraderos en las fábricas de EEUU crecieron el 4,9% en julio, el mayor incremento en dos años debido, sobre todo, a los encargos de aviones, que se duplicaron. Sin embargo, sí fueron bien recibidas las cifras de venta de viviendas nuevas en EEUU (+9,6%), que llegaron a dar la vuelta al Dow Jones, pero sin incidir en el cierre del Ibex.

En España, todos los grandes valores del selectivo cayeron: el Santander, el 0,05%; Telefónica, el 0,31%; BBVA, el 0,83%; Repsol YPF, el 2,09%; e Iberdrola, el 0,32%. Las pérdidas las encabezó Abengoa, que cedió el 3,14% tras presentar resultados semestrales, seguido de Arcelor Mittal, con una caída del 3,04%. En el lado contrario, Sacyr Vallehermoso fue la que más creció (+2,39%), por delante de Mapfre (+1,93%) e Indra (+1,63%).