El fantasma de la deflación ya ha aparecido en España. Por primera vez desde que se inició la estadística del índice de precios de consumo (IPC) en 1962, la inflación se ha situado en tasa negativa. El vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, y otros altos cargos de su departamento se apresuraron ayer a descartar que, tras la bajada hasta el -0,1% en el IPC armonizado europeo en marzo, exista un riesgo de un recorte continuado de los precios, que causaría una parálisis económica.

Solbes relativizó la primera cifra negativa de IPC y pidió que no se exagere su importancia. Según el secretario de Estado de Economía, David Vegara, la inflación registrará tasas negativas "hasta después del verano" por el descenso del petróleo, lo que no significa, insistió, que se produzca una deflación.

A su juicio, la bajada "persistente y generalizada de los precios" que caracteriza la deflación no va a ocurrir porque, cuando desaparezca el efecto del petróleo, las tasas del IPC dejarán de ser negativas. El sesgo negativo se produce porque la energía es un componente muy importante de la cesta de la compra española, y por eso afectan tanto las subidas como las bajadas de precios. Hace un año, el precio del barril de Brent se situaba en 102,9 dólares, y hoy está en 47,3 dólares, de ahí el efecto que tiene sobre la tasa interanual.

VARIOS MESES EN NEGATIVO La tasa negativa del IPC armonizado europeo --pendiente de confirmación con el dato mensual del Instituto Nacional de Estadística-- ha sorprendido a los expertos, que preveían el primer recorte de precios en abril o mayo. Para el analista del Instituto de Estudios Económicos (IEE) Gregorio Izquierdo, la caída de los precios hay que analizarla con "cautela" ya que, aunque responde a una "debilidad extrema" del consumo, la causa principal es el ajuste del precio del petróleo y de los alimentos, y auguró que, a partir del verano, volverán a subir los precios.

María Jesús Fernández, de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), auguró tasas negativas hasta octubre. Para Carlos Maravall, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), la tasa negativa de marzo "pone de manifiesto un ajuste de precios mayor del previsto", consecuencia del "grave deterioro de la actividad económica en España", y auguró que la inflación registrará tasas negativas durante todo el año.

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, calificó de "previsible" la caída de los precios, que refleja "hasta qué punto la recesión está haciendo mella en la economía española" como consecuencia del desplome del petróleo, y se preguntó si se deben mantener las políticas públicas para combatir la actual situación económica.