Repsol YPF, propietaria del 30,85% de Gas Natural, se siente incómoda y considera necesario "reflexionar" sobre las consecuencias de la fusión de Suez y Gaz de France (GDF), que implican la entrada de un competidor en el capital de su participada.

El presidente de la petrolera, Antoni Brufau, que también es vicepresidente de la gasista, mostró ayer su malestar porque la alianza entre la privada franco-belga Suez y la pública Gaz de France complica la situación de Gas Natural. Suez posee ahora el 10% de la gasista española.

Las razones de las suspicacias de Brufau son obvias. Gaz de France es competidora de Gas Natural y, ahora, tras la fusión, lo será "de forma brutal", dijo, con la paradoja de que, además, es accionista. "Gas Natural tendrá que reflexionar con sus accionistas (Repsol y La Caixa son los principales) sobre la posición que deberemos tomar porque la situación ha cambiado", dijo.