Más pobreza y la pérdida de los progresos alcanzados durante la última década en Asia. Esos pueden ser los principales efectos del actual encarecimiento de los productos alimentarios para millones de asiáticos, según advirtió el ministro japonés de Finanzas, Fukushiro Nukaga durante su intervención en la 41 asamblea del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), que se celebra en Madrid hasta mañana martes.

Es por ello que hay que incrementar la producción agrícola de la zona y tomar medidas para evitar que se propaguen las consecuencias de la escalada de los alimentos, según coincidieron en señalar la mayoría de los participantes en la reunión de ministros de Economía.

Asia, donde viven dos tercios de los habitantes de la Tierra, corre el riesgo de verse inmersa en conflictos sociales y políticos como consecuencia de la escalada del precio del maíz y especialmente del arroz, que en el último año han duplicado su precio, alertó el político japonés.

En la misma línea, el secretario indio de Finanzas, Subba Rao, aseguró que si los precios de los alimentos suben el 20%, unos 100 millones de personas se verán abocadas en Asia a la extrema pobreza. "Eso significaría la pérdida de las ganancias alcanzadas en la última década", advirtió.

PROTESTAS CIUDADANAS El encarecimiento de los alimentos básicos ha generado ya protestas en Camerún o Burkina Faso, así como en Indonesia, Egipto y Haití. Muchos gobiernos han introducido subsidios a los alimentos y prohibido o restringido la exportación. Pero esas medidas no han hecho más que alimentar nuevas subidas.