Al frente de la mayor institución educativa privada de nuestro país (con 25 centros docentes) Javier Tello ha convertido la crisis en oportunidad. Ha sido capaz de aprovechar las dificultades que la pandemia ha planteado en el ámbito educativo para dar un salto cualitativo hacia adelante y afrontar la profunda transformación digital y metodológica que exigen los tiempos.

- ¿La vida universitaria sigue siendo la misma que cuando era usted estudiante?

- Lo que sigue igual es que la experiencia de la vida universitaria es una experiencia insustituible y que esa convivencia presencial, que ahora estamos intentando combinar con el mundo on-line, es un paso en el crecimiento personal de los alumnos que tenemos que seguir cuidando. En el CEU he visto que esa es una constante que no se ha quebrado en ningún momento.

- ¿Qué es lo que ha cambiado?

- Sin duda, la innovación en la metodología docente. Que básicamente consiste en la necesidad de transmitir a los alumnos los conocimientos a través de métodos que tienen una mayor eficacia porque concitan mayor interés, porque les permiten desarrollar facetas de su inteligencia que a veces tienen un poquito olvidadas y porque les preparan mucho mejor para la realidad del siglo XXI. Esa metodología ha ido evolucionando pero ahora, como consecuencia del proceso de la covid-19, tiene que transformarse aceleradamente.

- La tecnología es una de sus apuestas. Anticiparse habrá sido muy útil en estas circunstancias...

- Justo. Hemos pasado en 48 horas a dar clases a distancia y con los profesores desde sus casas en régimen de teletrabajo. La infraestructura tecnológica la tenemos. Y para empezar las clases en septiembre, tenemos un proyecto de aulas virtuales que es verdaderamente atractivo. Tenemos que transformar las aulas, acercarlas a la realidad virtual, para que el alumno que se conecta desde fuera tenga la sensación de que está dentro. Y con un elemento adicional, una nueva metodología docente para conseguir concitar el interés de los alumnos. Por decirlo así, a partir de septiembre, va a haber que hacer un esfuerzo por una cierta escenografía, vamos a ir a algo muy atractivo y muy amigable para nuestros estudiantes.

- ¿El objetivo es que el interés y la cercanía no se pierdan?

- Efectivamente. Lo hemos hecho pensando mucho en el estudiante internacional. En septiembre, pueda o no pueda venir a España, va a poder seguir con su grado en cualquiera de nuestras universidades porque las aulas tendrán un esquema de multicámaras que van a permitir que el alumno conectado desde su casa vea no solo al profesor o la pizarra en una imagen fija, sino que, como si fuera un plató en un estudio con un realizador, vea al alumno que pregunta, el movimiento del profesor, la exposición que hace un grupo desde cualquier punto, con una interacción del cien por cien. Es el paso previo a la realidad virtual.

- Las clases se transforman y también el mundo laboral. ¿Qué está cambiando?

- Muchas cosas. Lo que no cambia, en mi opinión, es que el alumno que salga de una universidad como la nuestra tiene que ser una persona de peso en sus valores y en sus principios. Lo que busca cualquier equipo son personas sólidas, coherentes, comprometidas y fiables, personas que respondan en situaciones muy diferentes como esta que estamos viviendo. Lo que más aprecian las empresas, y así nos lo hacen saber en las encuestas de percepción que realizamos, es que los alumnos de las universidades CEU son los que tienen un más sólido compromiso ético en su trabajo. Esto tiene que ir unido a una capacitación de perfil más técnico, que es la que estamos incorporando en todo el nuevo elenco de títulos de la mano de las grandes compañías tecnológicas como Amazon, Microsoft, etcétera. La doble formación en valores y en las competencias técnicas es el binomio para que los alumnos el día de mañana lo hagan muy bien en el mundo real.

- ¿Qué titulaciones son esas?

- Está todo muy relacionado con lo digital. Hay un grandísimo campo para el trabajo relacionado con el nuevo mundo de la nube. Tenemos ya un grado propio de Computación en la Nube que hemos hecho de la mano con Amazon, que te abre a un nuevo mundo con gran empleabilidad. Tenemos programación digital, todo lo relacionado con blockchain, big data... Y todo lo que tiene que ver con márketing digital, que sigue siendo uno de los perfiles estrella.

- ¿Qué papel juegan las universidades en el logro de los ODS?

- Un papel crítico, consistente en conseguir que los alumnos se sumerjan en los principios que la Agenda 2030 vincula a la educación: que sea de calidad, inclusiva, equitativa, que sea eficaz y permita que las personas promocionen humana y socialmente. La universidad tiene que hacer que sea verdad. Que se adquieran las competencias en un contexto que habla de principios que van más allá de lo estrictamente educativo. Cuando empecemos a salir de la parte profunda de esta crisis, la coherencia con lo social y el compromiso con el bien común nos van a llevar a cambiar nuestra conducta hacia la generosidad y la solidaridad, renunciando a intereses particulares por la causa general. Y eso es lo que tratamos de trasladar a nuestros alumnos. Tenemos una metodología que trata de descubrir la importancia del otro, de trabajar juntos, de no dejar a nadie atrás. Esto para nosotros es clave. A todos esos elementos que configuran una forma de entender el compromiso personal vital le llamamos el estilo CEU y engrana perfectamente con los principios de la Agenda 2030.