El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, admitió ayer que existen "dudas" en los mercados internacionales sobre la salud de las entidades de crédito españolas, y por ello apremió a todas ellas a mejorar su capital y a avanzar en la transparencia sobre el sector.

"Soy consciente de que, a pesar de la solidez general de nuestras entidades de crédito ante la crisis y los positivos resultados de los test de estrés de julio, subsisten dudas sobre su vulnerabilidad frente a una evolución adversa de la economía y, en particular, de las consecuencias de la crisis del mercado inmobiliario", admitió el presidente del Gobierno durante la presentación de su informe económico sobre el 2010.

"Soy consciente de ello, como también de que esas dudas afectan negativamente a sus posibilidades de obtener financiación externa y, por tanto, de canalizar esta financiación a empresas y familias", añadió. Por eso, apremió a "todas las entidades" a mejorar su estructura de capital y la calidad del mismo.

El mensaje fue escuchado por los empresarios y analistas que ayer asistieron a la Moncloa. En las primeras filas estaban algunos de los principales banqueros del país, como Emilio Botín, Isidro Fainé, Rodrigo Rato y Josep Oliu, presidentes del Santander, La Caixa, Caja Madrid y del Banco Sabadell, respectivamente.

El discurso del jefe del Ejecutivo sonó a preocupación. Sobre todo porque todavía persisten los rescoldos de una crisis financiera que, lejos de apagarse, amenaza con nuevos incendios en el sur de Europa.

PENDIENTES DE PORTUGAL "El 2010 será recordado por los acontecimientos vinculados a la deuda soberana en la zona euro", dijo Zapatero. Y entrar en el 2011 no parece haber servido para pasar página a la vista del creciente riesgo de intervención que amenaza ahora a la economía portuguesa y que, de paso, contagia a la española.

El primer ministro luso, José Sócrates, descartó ayer que su Gobierno vaya a solicitar el rescate de la Unión Europea, pese a que la economía del país volverá a la recesión en el 2011 con un descenso del 1,3%, según pronosticó ayer el propio banco central del país. La entidad precisó que solo en el 2012 volverá a haber crecimiento (0,6%).