Jerez de los Caballeros trabaja para que su Semana Santa alcance el rango de Interés Turístico Nacional, según señaló ayer en Fitur Francisca Rosa Romero, alcaldesa de la localidad. La Semana Santa de Jerez de los Caballeros fue declarada de Interés Turístico Regional en 1987. La alcaldesa explica que se ha recuperado desde el archivo del ayuntamiento toda la documentación necesaria. La semana que viene está prevista una reunión con todos los interesados: cofradías, cronista oficial e historiadores.

Otra de las novedades es que el famoso Festival Templario que se celebra la primera quincena de julio pondrá en escena una nueva obra de teatro. La alcaldesa explica que el año pasado se aprovechó la ladera de la muralla del municipio como escenario. Este año la programación se completa con pasacalles, ambientación popular, comidas templarias y animación.

El Salón del Jamón Ibérico cumple veinte años de andadura y para celebrarlo en breve se aocmeterá la construcción de nuevas naves, ya que las instalaciones actuales se han quedado pequeñas. También se plantea la ampliación de la zona de degustación, que tanta aceptación ha tenido en la última edición de la feria monográfica de esta joya culinaria. Elena Macarro, gerente de la Institución Ferial de Jerez (Infeje), comentó que, aunque todavía se están dando los primeros pasos para la edición de este año, es probable que se realice algún acto de conmemoración de las dos décadas de este salón. Además, señaló que el objetivo es que el Salón del Jamón se vaya especializando y profesionalizando cada vez más.

Elena Macarro destaca la importante presencia cada año de industriales, ganaderos y empresas auxiliares del sector, que ocupan el total de estands disponibles en el recinto ferial. Por eso se hace necesaria la ampliación del mismo, con vistas a dar cabida a nuevos profesionales.

Jerez de los Caballeros fue declarada Conjunto Monumental en 1966. Entre sus principales monumentos destacan construcciones religiosas como la Fortaleza Templaria. Por su parte, la iglesia de Santa María de la Encarnación aúna elementos barrocos con algunos ya pertenecientes al rococó. Las torres de las iglesias de San Miguel, San Bartolomé y Santa Catalina ofrecen al visitante la contemplación de sus sabor barroco.