Los preocupantes datos de vivienda, desempleo y pedidos en EEUU no frenaron a los inversores bajistas. El masivo cierre de posiciones cortas dio impulso al Ibex, que subió el 3,99%, hasta los 7.811 puntos. Los analistas describen la situación como un rebote consecuencia de la sobreventa que se ha producido en las últimas jornadas, además del cierre de posiciones a la baja. La de ayer fue la segunda mayor subida del año, tras la del 28 de enero (4,12%). Pero el selectivo pierde el 15%.

Desde luego, los datos fundamentales no invitaron a tomar posiciones. Los resultados empresariales, excepto los de Telefónica y Royal Bank of Scotland (mejores de lo previsto, pese a las pérdidas), fueron malos (Repsol, FCC, Abertis, Telecinco, AXA, Natixis, RWE, etcétera), mientras los datos macroeconómicos de EEUU no fueron mejores. Se sumó la incertidumbre sobre cómo aplicará la Administración Obama el plan de rescate financiero. De momento, solo se han dado pistas sobre la aplicación del test de estrés a la banca.

La mayoría de las grandes bolsas europeas cerraron la jornada con ascensos por encima del 2%. Por lo que respecta al mercado español, Telefónica subió el 5,87%, tras superar las previsiones con sus resultados del 2008. El Santander y el BBVA subieron más del 6,5%, tras un año nefasto, mientras que Repsol (4,5%), que también presentó sus cuentas anuales, e Iberdrola (1,51%) consiguieron también cerrar en positivo. En todo caso, la mayor subida fue para Telecinco (8,11%). Bankinter y Popular ganaron más del 6%.

Gas Natural también fue protagonista, tras comprar a ACS su participación del 35% en Unión Fenosa. Endesa fue el valor más castigado, con un descenso del 3,63%, seguida de Iberia (-2,09%) e Indra (-1,26%). Pérdidas no comparables a las sufridas por Zinsa (-21,47%), que el miércoles había subido el 121%, Cepsa (-9,96%) y Metrovacesa (-8,37%). La Seda y Vértice fueron los mejores de la bolsa española, con repuntes del 20%.