Los jóvenes parecen tomar ejemplo de los mayores y un 96,5% de ellos aspiran a ser dueño de una casa, en parte para asegurarse un futuro, a pesar de que el esfuerzo financiero para adquirir una vivienda ya representa el 40,7% de las rentas familiares. Además, el 88% de los jóvenes quieren tener una familia tradicional y el 50,8% prefiere reunirse en casa para charlar en vez de acudir a un bar o a un restaurante. Son jóvenes que viven con sus padres, que quieren un coche --pero no un utilitario-- , cuya tarjeta de crédito "forma parte de su vida" (64,6%), que compran en grandes superficies, que dan mucha importancia a su alimentación, a la salud, al aspecto físico y que quieren viajar pero no tienen dinero. El 52,8% no usa internet para decidir una compra.