La tesis del llanero solitario se tambalea. Jér´me Kerviel, el corredor de bolsa al que se imputan las pérdidas de 4.900 millones de euros registradas por la Société Générale, ingresó ayer en prisión después de que la investigación haya encontrado indicios de que no actuó solo, como sostiene la dirección del banco. El jueves fue detenido un corredor de una filial de la entidad, Fimat, por su relación con Kerviel. Fimat está especializada en productos derivados, con los que trabajaba el causante del fiasco.

Dos días antes de salir a la luz la crisis del banco, el 24 de enero, Fimat se fusionó con otra sociedad, Calyon. Según Le Monde , la policía sospecha que el detenido estaba al corriente de las actuaciones de Kerviel. Los investigadores han establecido el vínculo tras requisar los ordenadores de ambos y tener acceso a su correo electrónico.

La decisión de encarcelar a Kerviel responde, según fuentes judiciales, a la voluntad del tribunal de aislar al corredor de bolsa para evitar que tenga contacto con sus posibles cómplices.

Kerviel fue detenido el 28 de enero después de haber sido señalado por la dirección como el único responsable de las pérdidas astronómicas del banco a causa de una serie de operaciones arriesgadas, que supuestamente logró sacar adelante esquivando todos los sistemas de control. Por ello, el broker fue procesado por un delito de abuso de confianza, falsificación e intromisión informática. La pena máxima por estos delitos es de tres años de prisión.

Después de prestar declaración durante tres días, Kerviel fue puesto en libertad. Esta semana dijo que sus superiores no podían ignorar sus operaciones y les acusó de mirar hacia otro lado mientras sus métodos poco ortodoxos sirvieron para hacer ganar dinero al banco. El director general de Société Générale, Daniel Bouton, no ha ocultado su "formidable cólera" contra Kerviel y ha afirmado que el banco se personará en la causa.