Menos de 20 días ha tardado el juez Elpidio José Silva en volver mandar a la cárcel al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa después de que la Guardia Civil haya volcado sus correos electrónicos cuyo contenido ha sido certificado por el exdirector financiero de la entidad Ildefonso Sánchez Barcoj que también compareció ante el magistrado que le dejó en libertad por su colaboración con la justicia.

El togado citó a Blesa con la misma urgencia que el pasado 16 de mayo cuando firmó su primer ingreso en prisión, aunque le dejó abandonar el penal tras pagar una fianza de dos millones y medio de euros al día siguiente. Sin embargo, ahora la orden de prisión es incondicional y un Blesa "roto y humillado", según fuentes presentes en la declaración, abandonó el despacho del magistrado esposado y custodiado por la Guardia Civil.

El sindicato ultraderechista Manos Limpias pidió la medida de prisión que fue rechazada por el fiscal, como ocurrió en la ocasión anterior, y acordada por el juez que la comunicó in voce y que justificó para evitar la manipulación de pruebas y la posibilidad de que se concertara con otros imputados.

CORREOS ELECTRONICOS Blesa estuvo casi tres horas en el despacho del togado. La mayoría de las preguntas estuvieron relacionadas con varios correos electrónicos. En uno de ellos, según fuentes de la acusación, Sánchez le informa: "Ya tenemos los 100 millones para la compra de acciones, luego hay que comprar la mansión y con lo que sobre ya veremos lo que hacemos". Este mensaje se envió pocos días antes de la compra por Caja Madrid del Banco de Florida en el 2010.

Sánchez ratificó el contenido de este email y Blesa tampoco lo negó. En otros correos, según las mismas fuentes, se constató que el exbanquero había optado por comprar la entidad norteamericana en dos plazos para evitar la autorización de la Comunidad de Madrid y del Banco de España que no veía bien esta operación. Elpidio José Silva ya tildó esta compra, en el auto de prisión del pasado 16 de mayo, de "aberrante" y culpaba al banquero de haber ocasionado "directamente daños y perjuicios económicos severos" a Caja Madrid porque la compra ocasionó unas pérdidas de 500 millones de euros.

También acusó a Blesa de no haber dado unas explicaciones coherentes sobre esta operación que, en opinión del togado, se llevó a cabo sin un análisis "mínimamente solvente de viabilidad y de riesgo asumible". Por ello, sostuvo que Blesa "posiblemente condujo al colapso a la entidad financiera porque la tormenta perfecta no dependió de constantes climatológicas, sino del propio proceder directo" del exbanquero.

LOS DELITOS El togado imputó entonces a Blesa un delito societario de administración desleal, o apropiación indebida en concurso con uno de falsedad en documento público. La tramitación de la causa está enredada, ya que Elpidio José Silva ha dividido su instrucción en dos partes: una analiza la concesión de un crédito por parte de Blesa al expresidente de Viajes Marsans Gerardo Díaz Ferrán (que sigue en prisión hasta que pague cinco millones) y en otra la compra del Banco de Florida. En la primera causa, el togado retiró el pasaporte al exbanquero tras interrogarle el 16 de mayo.

El abogado de Blesa, Carlos Aguilar, recusó a Silva en el procedimiento en el que también

está imputado Díaz Ferrán por enemistad manifiesta. El togado rechazó apartarse de la causa y ahora la Audiencia de Madrid tiene que tomar una decisión tras oír al fiscal. Por ello, el magistrado no puede practicar ninguna diligencia en esta causa, ya que se le ha nombrado un sustituto que solo puede practicar las que sean urgentes y necesarias.

Blesa también recusó a Silva en la causa por la compra del Banco de Florida, pero el togado no admitió el escrito. Por ello, en principio tampoco podría practicar diligencias. Sin embargo, no se ha dado por aludido.

LA TRAYECTORIA Ayer también compareció el exdirector financiero de Caja Madrid Idelfonso Sánchez Barcoj. Manos Limpias también pidió su ingreso en prisión, pero el juez valoró su colaboración con la justicia y no adoptó ninguna medida contra él. Este banquero ingresó en Caja Madrid en 1978 y escaló hasta llegar a la dirección financiera. Rodrigo Rato le mantuvo en su puesto cuando se hizo cargo de Bankia.