Kenneth Lay y Jeffrey Skilling, los dos exdirectivos del caído gigante energético Enron, fueron declarados ayer culpables de fraude y conspiración por un jurado federal de Houston (Tejas). El veredicto llegó tras 31 horas de deliberación y supone una importante victoria para el Gobierno de Estados Unidos.

Ejemplariza la lucha contra la corrupción en las grandes corporaciones empresariales y puede suponer que los dos exconsejeros delegados de una empresa eléctrica que fue la séptima más importante de EEUU pasen el resto de su vida en la cárcel. La sentencia se anunciará el próximo 11 de septiembre.

El colapso de Enron, que provocó pérdidas de 47.000 millones de euros en bolsa e hizo desaparecer puestos de trabajo y 1.650 millones de euros en planes de pensiones, dejó al descubierto un entramado de fraude y conspiración en el que los directivos se enriquecieron mintiendo a los accionistas sobre la situación de la firma.