El vaivén del mercado sigue. La volatilidad, con altos y bajos marcando unos afilados dientes de sierra, fue la principal característica de la sesión, que cerró con la cesión del 0,46% por parte del Ibex 35, hasta los 14.603 puntos.

En este contexto, en el que los inversores mantuvieron de nuevo a raya a la mayoría de los bancos y a las constructoras --especialmente a Colonial, que cayó el 12,08%--, las energéticas y compañías de servicios públicos se afianzaron durante el día como valor refugio. Enagás repuntó el 4,32%; REE, el 4,24%; Unión Fenosa, el 3,84% y Gas Natural, el 4,24%. Entre las grandes, Repsol subió el 1,05% e Iberdrola, el 0,75%.

Como en otras sesiones, al miedo general a una recesión en EEUU se sumó la debilidad extrema de un sector inmobiliario invadido por el pánico vendedor. Todo ello no hace más que acrecentar los recelos hacia ese sector por parte de unos inversores cada vez más inquietos. La nota destacable de la sesión fue el vaivén de la gran mayoría de valores del principal índice bursátil selectivo español. Telefónica fue uno de ellos. Las acciones de la operadora iniciaron la sesión perdiendo más de un 1% contagiadas por las malas previsiones de AT&T en EEUU, pero la confianza de los inversores y el deseo de apostar por los títulos que se perciben como más seguros jugó a favor de sus títulos, que acabaron con un alza del 0,35%.

Pero esa positiva evolución final no fue suficiente. El lastre para el Ibex 35 se concentró en el ladrillo y en una parte del sector financiero, aunque Bankinter ganó el 1,85%. Además de Colonial, en cabeza de los números rojos, vivieron una mala sesión valores como Renta Corporación, que se dejó el 11,27% en el camino.

A pesar de las pérdidas, el Ibex fue uno de los que saldó mejor la jornada en Europa. El resto de plazas del Viejo Continente retrocedieron casi el 1% a pesar de que Wall Street, después de abrir con algunas dudas, se inclinó finalmente por las ganancias.