Ibercaja Banco y la Asociación Extremeña de Empresa Familiar (Aeef) han unido sus fuerzas para potenciar y defender el tejido productivo regional en estos momentos complejos. Hace tiempo que pusieron en marcha la campaña ‘Impulsando Extremadura’, entre otras muchas acciones. Fernando Planelles, director Territorial de Ibercaja en Extremadura, y Miguel Ángel Leal, presidente de la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar, desgranan al alimón sus análisis sobre el estado actual del mundo de los negocios extremeños y la labor que están desarrollando juntos en pro de su defensa.

-En julio dio el relevo a José Piñero en la Aeef. Es un cambio generacional evidente. ¿Cuáles son las principales líneas de trabajo de su mandato?

-Miguel Ángel Leal (MA): Siempre que la pandemia nos deje, queremos estar mucho más cerca de las empresas familiares, así como de la sociedad extremeña. Nos hemos dado cuenta de que para ser relevantes necesitamos ser muchos más. Uno de los objetivos es llegar al número de cien empresas familiares en la asociación. Cada vez estamos más cerca, pues somos ya ochenta y siete. Tenemos que aumentar nuestra presencia en los medios de comunicación, así como en las distintas administraciones. Nuestro papel tiene que ser protagonista dentro de este cambio social y económico que está experimentando el mundo.

-¿En qué consiste la campaña ‘Impulsando Extremadura’?

Fernando Planelles (FP): La campaña ‘Impulsando Extremadura’ que pusimos en marcha con la Aeef es una acción nacida en los momentos más duros de la pandemia. Nos preguntamos de qué manera podíamos apoyar al tejido productivo y empresarial extremeño. Se ha convertido en un punto de encuentro para poder ayudar a aquellas que están teniendo más dificultades.

-¿Qué papel juegan las empresas familiares en un momento tan complejo como el actual?

MA: Si la empresa familiar se caracteriza por algo es por estar muy pegada al terreno. Estamos ubicadas en un espacio muy concreto y muy cerca de la sociedad en la que nos desenvolvemos. Y miramos siempre el largo plazo. Entendemos que las empresas familiares podemos capear mejor los temporales, porque siempre hemos vivido en algún momento una situación de dificultad similar. Al frente de estas empresas hay personas con una gran experiencia en crisis como la del año 2008 o 1993. Han pasado ya por muchas situaciones parecidas. De todas ellas hemos salido. Creemos que ese conocimiento hay que ponerlo en valor.

Fernando Planelles, director territorial de Ibercaja en Extremadura

-¿Están cerrando el grifo de los créditos a las empresas en estos momentos complejos?

FP. No es nuestra política. Tenemos la obligación de ser muy rigurosos con los riesgos, tanto financieros como los de cualquier otro tipo. Nuestra voluntad firme es apoyar cualquier proyecto empresarial siempre que sea viable.

-¿Cuáles fueron las principales conclusiones de ‘La empresa familiar frente a la pandemia del covid-19’?

MA: Lo que quedó muy claro es que en todo tiempo de crisis también se abren muchas oportunidades. Por eso es de suma importancia estar muy bien preparado. Es preciso tener arrojo, además de ser flexible y rápido en la toma de decisiones. También el apoyo de los bancos es clave en estas circunstancias. A diferencia de la crisis de 2008, las entidades financieras están mucho más cerca de la realidad.

-Reclaman ayudas a la digitalización y la innovación ¿Qué papel juega una entidad bancaria como Ibercaja en la financiación de estos aspectos en las empresas?

FP: Pues es una función muy importante. Por suerte, en la actualidad las entidades financieras son mucho más solventes y nuestra intención es apoyar todos los proyectos viables. Pilares fundamentales de todo proyecto empresarial son la digitalización, la innovación y la sostenibilidad. Toda empresa que quiera posicionarse bien en el futuro tiene que trabajar a fondo esos aspectos. Contamos con profesionales y departamentos especializados en estas cuestiones para tutelar a las empresas en su desarrollo y para conocer a fondo la viabilidad de sus iniciativas. Ibercaja está presente en los grandes proyectos empresariales de la región y nuestra voluntad es seguir estando. Podría mencionar muchos, como el nuevo matadero de Zafra, entre otros.

Miguel Ángel Leal, presidente de la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar.

-¿Cómo conjugamos la flexibilización de las medidas a la hostelería y las exigencias sanitarias? ¿No es un difícil equilibrio?

MA: Estamos en una situación en la que nadie sabe cómo acertar. Creo que hay que ir haciendo las cosas poco a poco. Primero hay que poner coto y después flexibilizar, porque la economía tiene que seguir. Lo único que pido en estos casos es que nos acordemos de aquellos a los que se les está obligando a cerrar (porque sea necesario desde el punto de vista sanitario) y les demos ayuda y protección. No es lo mismo arrancar algo y mantenerlo, que arrancar y parar constantemente. Tenemos que acompañarles hasta que puedan encontrar la normalidad. No nos olvidemos de que la hostelería que un pilar fundamental de la economía extremeña. Debemos ser más ágiles con las ayudas y tomar decisiones semana a semana, porque estamos también cambiándoles el paso constantemente.

-¿Qué medidas fiscales serían apropiadas para reactivar la inversión?

FP. A grandes rasgos han funcionado. Se implantaron muchas en un corto espacio de tiempo. Todas las medidas (Créditos ICO, moratorias, etcétera…) han ayudado. ¿Son suficientes o no? Ahí está el debate. ¿Algunos sectores muy perjudicados deberían ser beneficiarios de ayudas directas o de exenciones fiscales? Es algo que debemos discutir, pero creo que con determinados sectores deberíamos ser muy sensibles para evitar su caída.

-MA: Creo que en momentos como el actual, de mucho miedo e incertidumbre, si las personas tienen más dinero para gastar la economía va a remontar más rápido que si hay escasez. Estamos actualmente en cifras récord de ahorro. Tenemos que conseguir que ese dinero se mueva. Con estímulos fiscales se puede conseguir.

-En las empresas familiares lo emocional está a flor de piel. ¿Cómo recomienda gestionarlo?

-MA: Es complicado. Para una familia de empresarios la empresa no significa solo una cuestión económica, sino que tiene grandes connotaciones emocionales. Creas una empresa con mucho esfuerzo y lo vas trasmitiendo entre generaciones. Y vives momentos como el actual, en el que lo pasas mal. Una de las cosas que más nos cuesta a los responsables es salirnos de la empresa y hablar de otra cosa que no sea la empresa. Es un vínculo bueno para la persistencia de la empresa pero emocionalmente desgasta cada día.

-¿Qué espera de los fondos Europeos?

-FP: Esperamos mucho de ellos. Tiene que ser una ayuda fundamental para mejorar aquellos aspectos que en nuestra región tenemos más necesidad de ellos como la digitalización o la profesionalización para ser más eficientes e industrializar nuestro tejido productivo. No obstante, hemos visto que nuestra caída del PIB no ha sido tan fuerte en Extremadura, al no depender tanto de la industria y tener un sector primario o público fuerte. Tenemos que hacer un esfuerzo en transformarlo y mejorarlo.

-¿Se atreven a hacer alguna predicción sobre la evolución de la economía a lo largo del 2021?

-MA: No. ¡Nos hemos equivocado todos tantas veces en predicciones! Lo único que podemos hacer es ser lo suficientemente flexibles para adaptarnos al momento. Los grandes gurús se han equivocado y los grandes fondos están perdiendo dinero. Hacer una predicción sería hacer un brindis al sol.

-FP: En el Foro de Davos se decía que la principal medida económica para seguir adelante no es más que la vacunación. Todos coincidimos en que cuanto antes llegue antes podremos recuperar la normalidad económica.

-MA: Tenemos una oportunidad única. Con todo este cambio que estamos viviendo a nivel mundial tenemos que crear a la Extremadura del futuro. Tenemos el gran problema de la despoblación y con la industria se fija población. Tenemos que ver cómo entre todos podemos lograr una Extremadura con más futuro. El teletrabajo, las energías verdes, lo agroindustrial… tenemos que meterlo en una coctelera y lograr que Extremadura sea en 30 años un foco industrial.