Liberbank obtuvo un beneficio neto de 110 millones en 2018, frente a los 259 millones de pérdidas de un año antes, gracias al dinamismo de la actividad comercial y la reducción de gastos, que permitieron la mejora de márgenes.

La entidad, que ultima su fusión con Unicaja Banco, sobre la que su consejero delegado dijo que no hay novedad, continúo con el saneamiento de su balance, lo que le permitió que la tasa de morosidad cayera del 5 % previsto, hasta el 4,94 %, a cierre del año, tras desprenderse de 900 millones en adjudicados. Con esta reducción, la cartera de adjudicados cerró el ejercicio en 1.960 millones, un 22,8 % menos.

La evolución de los adjudicados y los activos dudosos (estos últimos se redujeron en 758 millones) ha permitido que la tasa de activos improductivos cerrase en el 12,38 %, por debajo del objetivo previsto, del 12,5 %.

La cobertura de los activos no productivos (dudosos y adjudicados) alcanza el 51 %, según ha explicado el banco en un comunicado enviado a la CNMV.

Liberbank también ha destacado que a pesar de los bajos tipos de interés, el margen de intereses del banco creció un 11,5 %, hasta 453 millones, con una aportación de 117 millones en el último trimestre del año, la mayor en los últimos tres años.

Los ingresos netos por comisiones aumentaron un 0,9 %, hasta 183 millones, que unido al incremento del margen de intereses compensaron la caída del 62,7 % del resultado por operaciones financieras, con lo que el margen bruto se redujo apenas un 0,9 %, hasta 640 millones. El margen de explotación subió un 10,7 %, hasta 247 millones, gracias a la continuidad de la política de contención de gastos, que se redujeron un 8%, hasta 357 millones. Al cierre de 2018 el grupo formado por Cajastur-Banco CCM, Caja Cantabria y Caja Extremadura tenía un nivel de máxima calidad CET 1 ‘fully loaded’, teniendo en cuenta los futuros requerimientos, del 12,1 %.