Los líderes de los Veintisiete están debatiendo en la primera jornada de la cumbre de la Unión Europea (UE) en Bruselas el reforzamiento de la capacidad europea para hacer frente a la crisis de confianza de la deuda pública de la zona euro. Los jefes de Estado y de Gobierno europeos tienen previsto aprobar las bases del mecanismo permanente de rescate de países en apuros financieros y la mini reforma del Tratado de la UE para que la creación de ese mecanismo de estabilización financiera disponga de una base jurídica legal suficiente.

En la misma línea, el Banco Central Europeo (BCE) ha aprobado casi duplicar su capital social hasta 10.760 millones de euros para disponer de un margen más amplio para actuar de forma más intensa en la compra de deuda pública de los países de la zona euro en los mercados financieros cuando se produzcan ataques especulativos y depreciaciones injustificadas de la misma. El consejo de gobierno del BCE ha indicado que la ampliación en 5.000 millones "se ha considerado apropiada en vista de la mayor volatilidad de los tipos de cambio, de los tipos de interés y de los precios del oro, así como del riesgo de crédito".

LA ADVERTENCIA DE MERKEL

La modificación del Tratado de la UE, que tienen previsto avalar los líderes de los Veintisiete, se limitará a la introducción de un párrafo con dos frases en el artículo 136: "Los estados miembros cuya moneda sea el euro podrán establecer un mecanismo para salvaguardar la estabilidad de la zona euro en su conjunto. La concesión de ayuda financiera bajo ese mecanismo estará sometida a estrictas condiciones".

La cancillera alemana, Angela Merkel, ha advertido antes de empezar la cumbre europea que la utilización de ese mecanismo de rescate, al igual que ocurre en la actualidad, solo se utilizará "como último recurso" para preservar la estabilidad de la zona euro y que el estado que reciba la ayuda financiera deberá someterse a un estricto plan de ajuste, como le ha ocurrido a Grecia y a Irlanda.