Casi un año después, el precio del gasóleo vuelve a ser más barato que el de la gasolina. A finales del mes pasado, aún había bastantes surtidores en los que el diésel se pagaba más caro que el resto de carburantes y el precio de uno y otro se movían, en general, en los mismos niveles. En cambio, desde que comenzó febrero, se ha consolidado la diferencia que era normal hasta marzo del año pasado, y el diferencial incluso se ha agrandado: el gasóleo se encuentra en torno a 89 céntimos, casi cuatro céntimos más barato que la gasolina, cuyo precio se sitúa alrededor de los 93 céntimos por litro.

La constante subida del petróleo, que alcanzó su cima en julio del año pasado al llegar a 147,50 dólares, distanció los precios de un carburante y otro, haciendo que el gasóleo fuera mucho más caro desde el 10 de marzo del 2008, cuando llegó a rebasar una diferencia de 10 céntimos por litro.

Esa evolución tuvo consecuencias en otros sectores. Por ejemplo, el mercado de los automóviles se vio afectado por un desplazamiento de las preferencias de los compradores hacia los modelos de gasolina. Hasta entonces, los coches con motores de gasóleo se llevaban la palma, entre otras cosas, porque el precio del carburante era muy inferior al de la gasolina. En cambio, el año pasado, las ventas de diésel pasaron de suponer el 74% del total en enero a acabar el 2008 en el 69%, cinco puntos por debajo.

El cambio de tendencia del petróleo comenzó en agosto como consecuencia de la menor demanda mundial de crudo por la crisis económica. Desde el punto máximo de cotización, el barril de Brent, la calidad de referencia en Europa, ha caído entre el 60% y el 70% y se ha estabilizado en un nivel entre los 40 y los 50 dólares.

INFLUENCIA EN EL IPC Todo ello ha tenido efectos en la evolución de los precios en España, donde la tasa interanual bajó en enero hasta situarse por primera vez en 40 años en el 0,8%, según el indicador adelantado del índice de precios de consumo armonizado (IPCA).