Sesenta años después de que el diario británico The Times utilizara por primera vez el término para describir el rápido desarrollo de la economía de Alemania occidental tras la segunda guerra mundial, la recuperación germana actual ha hecho que medio mundo vuelva a referirse a este veloz crecimiento como el nuevo milagro económico alemán (Wirtschaftswunder ).

Motivos no faltan. En todo el mundo, no hay otra nación industrializada que haya vivido o, mejor dicho, sobrevivido a esta última crisis de mejor forma. Los datos hablan por sí solos: de abril a junio de este año, la economía germana creció el 2,2%. Se trata del mayor avance desde la reunificación y todo un récord si tenemos en cuenta que en el mismo periodo la economía estadounidense creció solo el 1,6%. La cifra ayudará a que el desempleo en Alemania, según el Gobierno, pueda caer este año por debajo de los tres millones de personas, lo que potenciará aún más la recuperación.

PLENO EMPLEO En algunos Estados como Baviera o Baden- Württemberg se podría hablar en breve de pleno empleo. El ministro de Economía, Rainer Brüderle, aseguró que el milagro del empleo alemán, como es llamado en el extranjero, está generando "cientos de miles de programas de estímulo económico personal". Pero, ¿a qué se debe esta recuperación? O, ¿por qué hay una Europa a dos velocidades, con Alemania en cabeza y España en el vagón de cola?

Curiosamente, en Alemania nadie habla de milagro económico. Para muchos, la recuperación no se debe a un simple golpe de suerte, sino al compendio de muchos factores y a un trabajo bien hecho. Christian Dreger, economista del prestigioso Instituto de Investigaciones Económicas (DIW) de Berlín, asegura que "el crecimiento germano se debe, en gran medida, a la recuperación gradual de la economía mundial así como a la presencia de Alemania en la mayoría de los mercados mundiales".

Dicho de otra forma, Alemania fabrica exactamente lo que en este momento requieren muchos países emergentes, es decir y por poner dos ejemplos, automoción de lujo o maquinaria. Algo que no ocurre en España. "Mientras Alemania se derrumbó por el descenso de la demanda mundial --puntualiza Dreger--, la industria española se basa en gran medida en la construcción por lo que su economía despegará muy lentamente".

Asimismo, el Gobierno puso en marcha numerosas medidas de estímulo económico que ahora han visto su fruto. Entre ellas, hay que mencionar el kurzarbeit --un sistema de reducción de jornada para evitar despidos muy criticado al principio--, importantes leyes laborales, medidas para el control del endeudamiento y otras reformas que promueven la flexibilidad de la mano de obra. También se tomaron estrictas medidas que repercutieron en el sueldo de los alemanes, que bajó cuatro décimas el año pasado por primera vez desde 1949. La ecuación alemana ha funcionado y, como dijo esta semana Brüderle, "la recuperación ha dado alas a la economía".