La batalla por la futura financiación de la Unión Europea (UE) ampliada entró anoche en una fase de máxima tensión, con la amenaza pública de Gran Bretaña de vetar cualquier acuerdo que cuestione la continuidad de la devolución del 66% de su contribución anual a las arcas comunitarias, conocida desde el año 1984 como el cheque británico . Esta devolución, que España financia en casi el 14%, asciende a unos 4.600 millones de euros anuales, pero a partir del 2007 podría disparase hasta los 8.000 millones anuales.

La representación española rechaza el mantenimiento del cheque británico si no se resuelve el problema de su abrupta pérdida de ayudas a partir del 2007, ya que la reducción del cheque británico ofrecería un margen para atender parte de las reivindicaciones españolas.

El cónclave extraordinario de ministros de Asuntos Exteriores de la UE, celebrado en Bruselas para negociar el próximo marco presupuestario para el periodo 2007-2013, evidenció anoche la casi insuperable división de los países comunitarios.

RECHAZO ESPAÑOL Alemania, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Suecia y Austria exigieron congelar el gasto al nivel del 1% de la renta de la UE, pese a la reciente ampliación y la próxima incorporación de Bulgaria y Rumanía. Sin embargo, España, Italia y Portugal rechazaron la propuesta de compromiso de la presidencia luxemburguesa, que intenta satisfacer las exigencias de los países ricos con un drástico recorte del proyecto inicial de la Comisión Europea.

La propuesta de compromiso de la presidencia fija un nivel de gasto comunitario de entre el 1,06% y el 1,08% de la renta de la UE, lo que equivaldría a 865.000 o 900.000 millones de euros para el conjunto del periodo 2007-2013, frente al billón de euros (1,14% de la renta de la UE) presupuestado por la Comisión Europea como imprescindible para asegurar el funcionamiento de la UE y de sus políticas actuales. Los seis países ricos reclaman limitar el gasto al 1% de la renta de la UE, unos 815.000 millones de euros.

MADRID NO QUIERE VETOS "Estamos muy lejos de la posición española", declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, al rechazar la propuesta de compromiso de la presidencia. "Será una negociación muy compleja y muy difícil", añadió el ministro, pero, a diferencia de su homólogo británico, Jack Straw, se negó a amenazar con un veto.

Más contundente fue el ministro portugués de Asuntos Exteriores, Diogo Freitas do Amoral: "La propuesta de la presidencia es inaceptable; hay que salvaguardar la cohesión y la solidaridad". En similar línea argumental, Italia también rechazó la propuesta, porque recortaría las ayudas a sus regiones pobres y convertiría al país en un importante contribuyente neto.

INTRANSIGENCIA La de Gran Bretaña fue la delegación más intransigente de los países ricos. El ministro de Exteriores británico, Jack Straw, anunció que su Gobierno "no vacilaría en ejercer su derecho a veto" si se tocaba el cheque británico .

España corre el riesgo de perder a partir del 2007 miles de millones en ayudas. El proyecto de marco presupuestario implica una drástica reducción de las ayudas netas europeas a España a partir del 2007. Esa propuesta convertiría a España desde el 2013 en contribuyente neto. La propuesta de la presidencia luxemburguesa de la UE es aún peor, porque implica un presupuesto mucho más restrictivo.