Gran Bretaña, Alemania y Francia intentan que sus turistas desistan de salir al extranjero en busca del sol y playa y no atraviesen las fronteras. Los principales mercados emisores de la industria turística española buscan soluciones para incentivar el sector nacional. Los tres países concentran el 65% de los turistas extranjeros que vienen a España, casi 15 millones de personas hasta junio.

La crisis internacional y la fiebre aftosa en el Reino Unido han hecho mella en el turismo interior británico. En Francia, el sector atraviesa una crisis por la caída de la afluencia de turistas de dos de sus grandes mercados, Estados Unidos y Japón. La solución planteada, en ambos casos, pasa por campañas gubernamentales destinadas a aumentar el turismo nacional y conseguir que el gasto generado no salga del país. En Alemania, el principal problema son las dificultades de su economía, que ha reducido en número de turistas que eligen el extranjero y ha llevado a un mayor número de alemanes a pasar sus vacaciones en el país.

En los tres casos, uno de los principales perjudicados es el sector turístico español, destino tradicional de británicos, alemanes y franceses. Hasta junio pasado, España ha recibido menos turistas procedentes de Alemania y Francia, con caídas en torno al 2%. Pero los británicos siguen fieles a las costas españolas, con un incremento del 14% hasta junio.

REINO UNIDO

13 millones de ciudadanos del Reino Unido visitan España cada año, con las Baleares y las Canarias a la cabeza. Nada ha cambiado este año, con crecimientos en torno al 10% en las reservas de paquetes vacacionales con destino a España y modalidades que registran incrementos espectaculares, como los cruceros --que han crecido un 171% este año-- y las estancias cortas de fin de semana, informa desde Londres Begoña Arce.

Con los datos en la mano, la campaña publicitaria lanzada por el Gobierno de Tony Blair para que los británicos hagan turismo interior parece haber tenido un éxito moderado. Las causas son los precios elevados de los hoteles y los principales destinos del Reino Unido, poco competitivos con los de otras zonas en el extranjero. Desde el brote de fiebre aftosa, que hundió el turismo rural, el sector arrastra una fuerte crisis, agravada por los atentados terroristas del 11-S y la reciente crisis de Irak.

ALEMANIA

Alemania se considera el país más viajero del mundo, pero muchos alemanes han dejado de viajar al extranjero para descansar en el 2003. Según una encuesta reciente del Instituto Emmid, uno de cada tres alemanes prefiere quedarse en casa este año. La crisis económica y el temor a los atentados terroristas son las principales causas de este cambio, que ha animado a las empresas turísticas a desarrollar el turismo casero. Antes de la crisis, el 70% de los turistas alemanes se decantaban por viajar al extranjero. La cifra se ha reducido este año al 62%, y la diferencia "favorece al turismo local", según el director del Instituto Europeo de Turismo ETI de Treveris, Martin Fontanari, informa desde Berlín Gonzalo Cáceres.

Los grandes turoperadores han puesto en marcha ofertas para aprovechar este cambio de tendencia. El grupo TUI ha construido un gran centro cercano al mar Báltico, y diversas ciudades alemanas han aprovechado la nueva coyuntura para atraer turistas con playas artificiales.

FRANCIA

España es el destino preferido de los franceses que van de vacaciones al extranjero. Buscan principalmente sol y playa y en su gran mayoría optan por la cercanía de las costas catalanas, informa desde París Carles Prats. La política de ahorro que aplica desde hace un año el Ejecutivo no altera, de momento, los planes de los ciudadanos, aunque los empresarios confían en un aumento del turismo nacional para paliar los problemas que genera la caída de visitantes estadounidenses y japoneses.