Luca de Meo decidió ayer abandonar, «a petición propia y de mutuo acuerdo» con el grupo Volkswagen, la presidencia de Seat, según anunció en un comunicado la firma. Con ello se da por cerrado uno de los capítulos más brillantes de la historia de la compañía española, en la que Luca de Meo ha conseguido presentar los mejores números de todos los tiempos. Su último mérito, cerrar el año 2019 superando ya en noviembre el récord de ventas de la marca con un total de más de 517.000 coches.

En el escrito remitido ayer a los medios por la dirección de comunicación de Seat se destaca que el directivo italiano seguirá formando parte del consorcio automovilístico alemán Volkswagen, matriz de Seat, «hasta nuevo aviso». La renuncia de De Meo a la presidencia de Seat se produce después que durante los últimos meses todos los rumores lo situaban como principal candidato para ser el nuevo consejero delegado de Renault.

De Meo será sustituido de forma temporal como presidente por el vicepresidente de Finanzas de Seat, Carsten Isensee (incorporado a la compañía el pasado 1 de junio de 2019) que añadirá esta a sus funciones. La firma española ha apuntado que esta reorganización del comité ejecutivo de la empresa toma efecto de forma inmediata, por lo que ahora se abre un periodo para encontrar al hombre que deberá pilotar el rumbo de la marca.

Fuentes consultadas por este diario señalan que desde los sindicatos prefieren a un candidato que tenga el mismo perfil comercial que De Meo, ya que si el consorcio alemán acaba adoptando un presidente de corte financiero o más de producción es posible que la conexión no sea tan fácil.

El próximo septiembre se tiene que negociar un nuevo convenio colectivo en Seat y por ello los sindicatos tenían la esperanza de que el italiano no abandonara la marca antes de ese momento. Ahora deberán lidiar con el nuevo responsable, que no es probable que sea (como llegó a apuntarse) Jurgen Stackmann (actual vicepresidente de ventas y márketing de Volkswagen), que ya presidiera Seat antes que De Meo antes del estallido del dieselgate en el 2015.

Otro frente que queda abierto es el de la apuesta por la micromovilidad urbana que inició De Meo con la activación de Seat Metropolis Lab y de XMOBA. El hasta ahora presidente también había sido el artífice del reciente acuerdo con la compañía Silence para producir una nueva línea de motos eléctricas con la marca Seat.

Aún se desconoce cuál será el nuevo puesto que en Volkswagen han reservado para De Meo, aunque es probable que permanezca lejos de la primera línea hasta marzo. Así, con su renuncia voluntaria, se logra maquillar una marcha a Renault de forma inmediata. En todo caso, el fichaje por la marca del rombo se produciría más adelante en un gesto más de cara a la galería que al resto del sector, que hace tiempo daba por hecha la llegada del italiano.

Uno de los principales obstáculos que podría haber encontrado De Meo para su salida de Volkswagen es una cláusula de no competencia en su contrato que le obliga a permanecer un año sin comprometerse con niguna firma del sector. De no existir, el directivo ya habría estampado su firma por Renault a finales de diciembre.