Una directiva adicta a los casinos de internet ha ocasionado a Mercasantanderun agujero de un millón de euros, al aprovechar los poderes que poseía para pagar sus deudas de juego con cargo a la VISA de la entidad, y verse arrastrada a cometer una apropiación de fondos cada vez mayor para tapar la anterior. El Juzgado de Instrucción número 1 de Santander ordenó hoy el ingreso en prisión eludible fajo fianza de 60.000 euros de Paloma G-T.M. como imputada en delitos de robo, estafa y falsedad en documento mercantil, después de que ella misma reconociera en su declaración las acusaciones a las que se enfrenta.

Paloma GT.M., que trabajaba en Mercasantander desde 1991, se valió de la confianza que la dirección había depositado en ella para cargar a la entidad sus deudas de juego, y llegó a falsificar acuerdos del consejo de administración en los que se autorizaban determinadas operaciones de crédito, imitando la firma del alcalde de Santander en aquellas fechas, Gonzalo Piñeiro.

El desfalco contra esta sociedad pública -propiedad en un 51% del Ayuntamiento de Santander y en un 49% de la empresa nacional Mercasa- fue descubierto este verano por su director gerente, Juan José Fernández, que puso lo ocurrido en conocimiento de la Fiscalía. El Ministerio Fiscal hizo las indagaciones oportunas y decidió presentar en los juzgados una denuncia por estafa, apropiación indebida y falsificación en documento mercantil contra la ex directiva de Mercansantander y contra su marido, Andrés Carlos F-C.M.

Apuestas por Internet

Paloma G-T.M., que llegó a desempeñar las funciones de directora gerente de Mercasantander en ausencia de Juan José Fernández -consejero de Economía de Cantabria con el PP y diputado autonómico en la actualidad-, comenzó en 2002 a apostar en casinos de internet con cargo a su tarjeta de crédito corporativa, según relata el magistrado en el auto de prisión que ha dictado hoy.

Como las pérdidas se le acumulaban, en 2003 empezó a transferir dinero desde las cuentas de Mercasantander a la cuenta asociada a la tarjeta de crédito, "efectuando para ello apuntes en la contabilidad de abonos inexistentes y desviando el efectivo que contabilizaba como pagos de la amortización de las deudas que ella misma iba generando". Al cabo de un año, en 2004, la imputada ya había dispuesto por esa vía de casi 60.000 euros de Mercasantander.

En julio de 2004, contrató a nombre de Mercasantander una póliza de crédito con Banesto de 60.000 euros para intentar cubrir el agujero, pero éste seguía creciendo: ya debía 52.689 euros a través de la VISA y 51.543 euros a través del crédito obtenido. Para 2005, sus deudas habían rebasado el crédito con el que pretendía tapar el agujero de la VISA, así que hizo una nueva transferencia desde las cuentas de Mercasantander para cubrir el descubierto y renovó la póliza de Banesto. Al hacerlo, se implicó en otro posible delito, ya que falsificó un acuerdo del consejo de administración necesario para hacerlo, firma del alcalde incluida.

Paloma G-T.M. no se detuvo ahí, sino que siguió con la misma operativa y a finales de 2005 ya adeudaba 279.803 euros. Siempre según el auto de prisión, la imputada intentó esconderla con un nuevo préstamo de 300.000 euros contratado a nombre de Mercasantander, hasta que la trama quedó al descubierto.

Agujero millonario

El juez cifra el agujero creado por Paloma G-T.M. en 1.076.111 euros: 240.355 euros en dividendos que se deberían haber pagado al Ayuntamiento de Santander, 115.000 euros por gastos financieros y de auditoría, 300.000 del importe dispuesto a través de un crédito con el BBVA y 420.756 euros adeudados a Mercasantander.