La crisis de la aerolínea Spanair, obligada a prescindir de 1.100 empleos y a renunciar a nueve rutas aéreas por las pérdidas económicas que soporta, se ha convertido en una oportunidad para alguno de sus competidores directos. Especialmente, tres de las rutas internacionales que operaba la compañía española y por la que se interesan Lufthansa, Iberia, Swiss Air Lines y Austrian Airlines.

Mañana comenzará la negociación de los despidos. Se constituirá una mesa de negociación que representará a los comités de empresa y a las áreas de trabajo. La empresa adelantó a los sindicatos que el recorte incluirá a unos 710 trabajadores de servicios de tierra, 120 pilotos y 220 auxiliares de vuelo.