"Antes que nada, evidentemente, esta conversación no ha sucedido nunca, ¿de acuerdo?". De este modo arranca el nuevo capítulo de la interminable colección de los quehaceres de Bernard Madoff, el mayor estafador de la historia de EEUU. Su sentencia a 150 años de prisión el 29 de junio no ha hecho nada más que sacar los trapos viejos de este exinversor, que estafó 50.000 millones de dólares.

La historia viene, ahora, en forma de llamada telefónica, cuya transcripción se hizo pública el miércoles por el secretario de Estado de Massachusetts, William Galvin. En ella, el impopular banquero aparece aconsejando a un compañero para engañar a los agentes de la SEC, el organismo regulador equivalente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores española. El megaestafador, de 71 años, le da trucos a un inversor de la firma Fairfield Greenwich Group para que actúe correctamente ante una entrevista con los agentes de la SEC como, por ejemplo, actuar de manera informal, hacer bromas y no mostrarse preocupado.