Junto a la fuente central de la plaza Mayor de Trujillo se concentraban ayer grupos heterogéneos formados por visitantes de muy diversa procedencia. Fernando Barco es madrileño, vive en Vitoria pero asegura que por sus venas corre sangre extremeña. De hecho, han hecho una parada en Talaván donde tiene sus raíces antes de llegar a Trujillo. Conocen la feria ya desde hace años y aseguran que está muy bien organizado y han probado todo tipo de quesos.