La situación económica que atraviesa España ha provocado cambios sustanciales en los hábitos de compra de los consumidores. El ciudadano cada vez consume más ágapes en el hogar, realiza más actos de compra pero llena menos las cestas, es más infiel en lo que a establecimiento habitual se refiere y es más sensible al precio. Tanto, que la marca blanca continúa ganando terrero: si en el 2008 los productos del distribuidor alcanzaron una cuota de mercado del 32,5% (29,9% en el 2007), a finales de este año se prevé que representen el 35,1%.

Inflación, el fin de la expansión demográfica española, escalada del euríbor en la primera mitad del 2008, paro, caída de la confianza... Estas son algunas de las variables que durante el último año han castigado la economía. El consumidor no es inmune a las noticias, y después de "años de expansión y excesos", ha habido un cambio de mentalidad y de hábitos, aseguró ayer el vicepresidente de Nielsen España y Portugal, José Luis García Fuentes, en el congreso de Tecnomárketing 2009 que organiza Aecoc. Según la consultora, el 75% de los consumidores españoles han modificado su manera de comprar productos para el hogar en el último año, y el 60% afirma haber comenzado a adquirir marcas de alimentos más económicas, gastar menos en ropa y recortar el gasto de ocio fuera de casa.

MAS VISITAS AL SUPER Según datos de la consultora TNS Worldpanel, también presentados ayer, el año pasado la frecuencia de compra de los españoles se incrementó el 2,5%, visitando los establecimientos 84 días al año (82 en el 2007), aunque con una reducción del gasto por cada compra de 50,11 euros a 49,38 (-1,5%, el 3,3% menos en número de productos).

"El ahorro se ha convertido en uno de los objetivos de las economías domésticas", afirmó el director general de Iberia de TNS Worldpanel, Luis Simoes, lo que ha devuelto el consumo al hogar: las ingestas en casa han crecido un 6%, mientras que las comidas fuera de casa han bajado un 17%; y las cenas, un 12%, aseguró. Las clases medias son las que más han modificado sus hábitos de consumo.

En conjunto, remarcó Simoes, el 2008 no fue un mal año para el consumo. "El sector del gran consumo está en una situación envidiable respecto a otros sectores", explicó. El año terminó con crecimientos: en valor, progresó el 3,9%; y en volumen, el 0,2%. "Además, España es de los países donde mejor se resistió la crisis. En Francia cayó el 1,7%; y Alemania, el 0,4%".

TNS se muestra optimista sobre el presente ("el sector experimenta ya una tímida recuperación en alimentación y droguería") y el futuro. Los analistas prevén que el negocio crecerá a finales de año "levemente". La gran beneficiada será la marca del distribuidor, que volverá a subir y alcanzará el 35,1% de cuota a finales de año. Parte de la recuperación, según Simoes, es por "la bajada del euríbor, los carburantes y la inflación, sumados a las medidas adoptadas por el Gobierno, significan, en grandes cifras, casi 2.900 euros anuales más por familia".