La reforma del impuesto de sociedades ha desatado en España un alud de adquisiciones de paquetes de al menos el 5% en grandes compañías por parte de los españoles más ricos. Las mayores fortunas, como los Del Pino (Ferrovial), Amancio Ortega (Zara) o Lara (Planeta), entre otros, se han lanzado en las últimas semanas a la compra de participaciones de este tipo para aprovechar un marco fiscal de las reinversiones a través de sociedades más favorable este año que el que viene, con la entrada en vigor de las nuevas normas, según los expertos. Una mezcla de toma de posiciones empresariales y de ventajas tributarias se han dado cita a final de año.

"El objetivo principal es aprovechar la deducción por reinversión, que a partir de enero está más limitada y pagará tres puntos más", según Pau Torrano, del bufete Garrigues. Algunos especialistas ven también el objetivo de "trasladar a patrimonio exento participaciones que a partir del año que viene no lo estarán", como las que se vehiculan a través de sicav, el instrumento de inversión favorito de los ricos españoles, afirma Joan Maria Gimeno, del bufete Laudis. De esta forma, con paquetes a partir del 5% en empresas, estas participaciones quedan al margen del impuesto de patrimonio.

Sea por el motivo que fuere, lo cierto es que por ejemplo la familia Del Pino, una de las más ricas de España, ha invertido desde el 22 de noviembre a través de la sociedad patrimonial Casa Grande de Cartagena 939,4 millones de euros en la compra del 5% del Banco Pastor, Ebro Puleva, Acerinox, Indra y Gamesa. Es evidente que no lo han hecho solo por motivos fiscales, sino para "diversificar el patrimonio", como afirman oficialmente, pero la fiscalidad ayuda. Hace pocos días, Inversiones Hemisferio, de la familia Lara, comunicó la compra del 5,18% de Metrovacesa por 632 millones y algo parecido ha hecho Amancio Ortega en la inmobiliaria Astroc.

LA SOLUCION "Ustedes tienen un problema, y este problema se llama 3%", le dijo en una ocasión, que resultó polémica, el expresidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, al líder de la oposición, Artur Mas. Para los grandes patrimonios el tema es el 5%, que no es un problema, sino una solución, coinciden en señalar los expertos consultados.

A partir de ese umbral, la participación en el capital de una empresa se considera que afecta a la actividad y, entre otras ventajas, no está gravada en el impuesto del patrimonio en las firmas familiares, los dividendos no tributan hasta que se perciben y se pueden beneficiar de la deducción por reinversión, el punto en el que se producen más cambios desde el 2007.

Jaume Cornudella, de Landwell-PricewaterhouseCoopers, recuerda que la deducción por reinversión es aplicable solo si se trata de participaciones de al menos el 5%. La tributación efectiva de las plusvalías, del 15% este año, pasará a partir de enero, a ser del 18%.