Las personas mayores están preocupadas por su futuro. Un estudio realizado por Cetelem, filial del BNP Paribas, con la colaboración con la consultora Nielsen asegura que el 88,8% de las personas mayores de 55 años están dispuestas a contratar una hipoteca inversa sobre su vivienda. Ello les permitiría disponer de unos ingresos complementarios a su pensión.

La pensión media en abril se situaba en 671,35 euros mensuales y la de viudedad no superaba un promedio de 497,37 euros al mes. Con estas cantidades es difícil afrontar el coste de la vida por lo que, según el estudio de Cetelem-Nielsen, los mayores están buscando fórmulas alternativas a la Seguridad Social.

Según el INE, el 83,2% de las viviendas en España se encuentran en régimen de propiedad. Los mayores se han dado cuenta de que la hipoteca inversa es mejor producto que la renta vitalicia a cambio de la casa, alternativa a la que solo optan un 11,2% de los encuestados.

La razón es que la hipoteca inversa no supone la pérdida de la propiedad y puede ser transmitida --con cargas-- a los herederos. En cambio, la renta vitalicia supone entregar la vivienda al banco cuando fallece el jubilado.

CONSUMIDORES EXIGENTES Los mayores de 55 años suponen ya el 27,2% de la población española y llegarán al 36,7% en el 2050. Sin embargo ya no son los típicos personajes "con boina", dijo Salvador Maldonado, director de estudios de Cetelem. En este momento son unos consumidores muy exigentes, puesto que el 87,6% cuida su alimentación con productos sanos. La comida saludable factura 14.000 millones de euros, representa el 47% del mercado y crece al 8% anual. Además, los mayores son personas fieles a las marcas que compran en establecimientos pequeños y cercanos.

El turismo de los mayores será el gran negocio dado que el 75,7% de este colectivo apuesta por esta actividad. Un 36,7% de las personas de la tercera edad se conectan a internet, usan mayoritariamente la tarjeta de crédito y un 80,3% prefiere usar su coche al transporte público.