La evolución de las empresas va unida a la capacidad de sus propietarios de saber ir un paso adelante en la elección de un sector de mercado determinada o en la implantación de tecnología. Esto es lo que ha convertido la empresa Grup Maculart en una de las principales empresas dedicadas a la creación de estuches del país, con clientes destacados sobretodo en el ámbito farmacéutico. El último paso lo ha dado al invertir 394.000 euros en una nueva máquina que permite crear información en braille en cajas de medicamentos.

La empresa nació hace medio siglo, pero sus inicios tienen elementos de tintes de novela negra. «Los creadores eran dos hermanos de origen suramericano que exportaban maquinaria de su país a España, pero se pelearon, uno mató al otro, y la mujer de la víctima se quiso deshacer de la empresa», explica Albert Majós, administrador de Maculart.

Fue entonces cuando la mujer le ofreció al padre de Albert, Josep Majós, si quería quedarse con el negocio, que en ese momento se llamaba Gama Artes Gráficas. Se trataba de una pequeña imprenta situada en Barcelona, donde se imprimía todo tipo de material, y que en 1982 cambió su nombre por el actual, Grup Maculart.

DEL FÒRUM A CERDANYOLA

La firma se mantuvo en Barcelona, en la zona del Fòrum, hasta el 2005, cuando se trasladó a Cerdanyola del Vallès. Fue en ese momento cuando Albert Majós se puso al frente del negocio, pese a que Josep sigue como propietario de la firma. «Continuamos siendo una empresa pequeña pero con la mentalidad que se tiene en la Fórmula 1: un Ferrari tiene que hacer una sola parada, pero el resto si tienen que hacer más, las hacen, nosotros igual, poco a poco», explica Majós.

Con esta mentalidad, el año pasado se integró a la producción una máquina para imprimir el digital y elaborar prospectos de medicamentos para firmas como Merk o Grifols, y ahora se incorpora una nueva máquina de impresión que permite imprimir en braille. Gracias a este tipo de impresión, las personas con discapacidad visual tienen la posibilidad de identificar estuches de fármacos, informarse sobre la composición de los medicamentos e incluso leer el nombre del laboratorio al que pertenecen.

El equipo es capaz de producir estuches sobre un ancho de 80 centímetros y garantiza la alineación de alta precisión del 'packaging' entrante. De esta manera, se asegura el plegado perfecto en toda la serie. «Es una mejora técnica que permite rentabilizar la producción», apunta Majós.

Esta medida suma al proceso de crecimiento que está experimentando la empresa, y que la ha llevado a ampliar su capacidad productiva y de clientes con la adquisición de la firmaEstoig Farmacèutic. Sus directivos calculan que el crecimiento les permitirá llegar a producir 78 millones de estuches y 72 millones de prospectos para medicamentos.

La firma cuenta con 60 empleados, prevé cerrar este ejercicio con 6,7 millones de facturación, y calcula que el 2017 podrá crecer hasta los siete millones de euros.