El portavoz de IU dudó de que el cambio de modelo de crecimiento de la economía española (menos construcción y más industria y sectores tecnológicos) esté lo suficientemente avanzado como para garantizar que otros sectores serán capaces de absorber los parados que surjan del declive de la construcción. Por eso, demandó más políticas pasivas (de protección a los parados) y activas (para que los trabajadores se adapten a nuevas ocupaciones) para los empleados expulsados de la construcción.