La Reserva Federal (Fed) de EEUU dio ayer un nuevo paso en su lucha contra la crisis abierta por las hipotecas de alto riesgo y presentó un plan con el que intenta proteger a los ciudadanos de ser engañados por otros para meterse en préstamos que no pueden devolver, pero también, de engañarse a sí mismos. Entre las medidas aprobadas destaca la obligación para las entidades financieras de documentar que el hipotecado tiene capacidad para devolver el préstamo, antes de concedérselo.