El Gobierno no se plantea aprobar una ley que fije unos precios mínimos para los productores agrícolas ya que vulneraría la legislación europea y crearía un "sistema anacrónico", dijo ayer el secretario de Estado de Medio Rural del Ministerio de Medio Ambiente, Josep Puxeu. Además, Puxeu abogó por aumentar los acuerdos entre productores y distribuidores.

En referencia a las protestas que han realizado los productores agrícolas en las últimas semanas en contra del incremento al alza que consideran que hacen los distribuidores de sus productos, Puxeu señaló que esta confrontación "no es buena para nadie". Ante esta situación, abogó por que "todo el mundo (productores y distribuidores) tenga su papel en esta cadena de valores" y las distintas administraciones hagan de "árbitros" entre ambas partes para lograr, por ejemplo, "evitar las ventas en pérdidas y que se respeten los márgenes de producción".

Pese a que la producción agroalimentaria ha descendido el 1,7% en el segundo trimestre de este año con relación al mismo período del 2008, Puxeu subrayó que se han creado 14.000 nuevos puestos de trabajo en el sector en el segundo trimestre y que la industria agroalimentaria --con una facturación en el 2008 de 90.000 millones de euros-- "resiste bastante bien" la crisis económica. Sin embargo, admitió que están teniendo lugar importantes cambios en los hábitos de consumo de los españoles, que compran a precios inferiores. En el caso de la ganadería, que da ocupación a casi la mitad de la producción agraria, el secretario de Estado señaló que la demanda está creciendo pero que persisten los problemas de financiación, así como "algunas dificultades en la exportación extranjera y en algunos mercados interiores".

Puxeu hizo también referencia al sector de la uva, en el que algunos productores la han comprado este año a un precio inferior, e indicó que está teniendo lugar una retracción del consumo interior vinícola pero un incremento de entre el 12 y el 14% de las exportaciones, especialmente en los mercados de Estados Unidos, Rusia, China e India. Por ello, aseguró que sería "óptimo" recuperar el mercado interior y que se produjese un equilibrio entre las ventas al mercado español y extranjero.