Cuando la expectación está reñida con los husos horarios, más vale atenerse a los usos tradicionales. Si toda la atención de la jornada quedaba pospuesta hasta conocer el desenlace de la reunión de la Reserva Federal en Washington, que no se iba a conocer hasta después de cerrarse los mercados en Europa, lo que procedió en la mayoría de corros continentales fue quedarse con lo que se veía aquí mismo y mover solo ligeramente las cotizaciones.

Lo mejor, que se disiparan las nubes del día anterior sobre si los países sometidos a vigilancia por sus cuentas públicas recibían algún pescuezo de los mercados.

Irlanda consiguió colocar a buen precio una emisión de deuda. Incluso la tantas veces abochornada Grecia también encontraba compradores de sus emisiones. España, con el presidente de visita al acuario financiero --por los tiburones-- de Nueva York, también pudo obtener financiación internacional sin grandes problemas. En renta variable hubo pocos movimientos, aunque la tendencia a seguir creyendo que hay mejoras a ambos lados del Atlántico hizo que el Ibex avanzara casi 20 puntos, el 0,18%, que cerró en los 10.762 enteros. Algo contribuyó el indicador del día, las viviendas iniciadas en Estados Unidos. En agosto aumentó el 10%, acompañado de otro también positivo, las viviendas proyectadas aumentan un 1,8%. Está por ver si tendrán compradores y a qué precios, no sea que el regreso a las andadas amenace de nuevo la pomposa proclamación del lunes de que la recesión en Estados Unidos acabó en junio del 2009.

De los grandes valores del Ibex-35 solo bajó el Santander, el 0,67%, tras conocerse que planea fusionar su filial estadounidense Sovereign con M&T Bank. Repsol ganó, el 1,55%; Iberdrola, el 0,49%; BBVA, el 0,44% y Telefónica, el 0,41%. En el lado contrario, Sacyr lideró a las empresas del indicador con ganancias al subir el 4,71%, seguida de Acciona, con el 2,64 y Abengoa, con el 2,47%.